26 Nov 09:38h
Aprendió el oficio el secretario general de la Juventud Universitaria Peronista a nivel nacional, el sanjuanino Juan Pablo Gómez. Quedó demostrado este martes en Pelado Stream, cuando dijo mucho sin decir tanto. Es lo que le toca, en este tiempo delicado: cuidar las suturas de la unidad peronista.
Es lo que les toca. Hacer de cuenta que está todo bien, sin que esté todo bien. Hacer de cuenta que hubo renovación, aunque sea dudoso. Pedirles a Sergio Uñac, José Luis Gioja y Cristina Fernández de Kirchner que den un paso al costado, sin que eso signifique tirarlos por la ventana.
Para Gómez, portavoz de toda una generación que condujo la ‘gloriosa JP’ en tiempos de justicialismo en el poder, el éxito de la candidatura de Cristian Andino el 26 de octubre sintetiza el rumbo que hay que sostener. Caras nuevas para reconstruir el vínculo roto con la sociedad.
Pero Gómez habló no solo de caras nuevas, sino de metodologías nuevas también. Y en eso, el peronismo no fue innovador este año. La candidatura de Andino surgió de la misma rosca de toda la vida. Nadie se ofenda. No es secreto.
La postulación del ex compañero de fórmula de Uñac se pudo consumar por una serie de factores. Es cierto que contó con el respaldo de los intendentes, que son los que hoy tienen poder territorial. Pero fundamentalmente el sanmartiniano logró resistir el embate de Gioja y del chimbero Fabián Gramajo porque Uñac lo bancó a muerte.
Nada es gratis en esta vida. En política, mucho menos.
La victoria de Andino quedó signada entonces como una victoria del uñaquismo. No es interpretación, es dato. Quedó impreso en los diarios nacionales más leídos, como Infobae.
Pero esto ya es anécdota. Lo verdaderamente relevante es que el poder estructural del peronismo sigue anclado en el antagonismo clásico de Uñac y Gioja o Gioja y Uñac. Entre ellos dos se liquidó el acuerdo para la lista de unidad del 2025.
Todo lo que sucedía puertas adentro de PJ, era sometido a la aprobación o al rechazo de los conductores. Conductores que -valga la obvia aclaración- siguen siendo los mismos de los últimos 20 años.
No importa que hoy el presidente partidario sea Juan Carlos Quiroga Moyano, con más título que poder real. Su ascenso en agosto del año pasado fue producto del loteo del PJ. La renovación fue en realidad un parcelamiento.
Aún así, el peronismo sanjuanino está un paso adelante del peronismo nacional en materia de reorganización. Hoy el PJ está cautivo junto con Cristina en San José 1111, mientras afuera se cocina una rebelión de gobernadores dispuestos a negociar cada uno por su parte con Javier Milei.
Gómez se puso del lado de Axel Kicillof, cuando fue consultado sobre la disputa entre el gobernador bonaerense y Máximo Kirchner. Dijo que fue un acierto el desdoblamiento de aquellas elecciones, aunque Cristina se haya indignado.
Pero el joven sanjuanino cuidó cada palabra para no sonar ofensivo. Para decir sin decir tanto. La misma metodología utilizó para pedirles a Uñac y a Gioja que aflojen, que generen las condiciones para el trasvasamiento generacional sin que sea una pantomima como hasta ahora.
El cuidado puesto en cada palabra es consistente con la fragilidad de la unidad del peronismo. Las suturas están tensas. Tanto como el voto partido en la votación por Guillermo Baigorrí para la Fiscalía General. Cualquier paso en falso podría tener consecuencias previsibles.
En privado, un dirigente de esa renovación taponada, dijo que hay que recuperar la vocación de construir mayorías. Por momentos, ese parece ser su problema: la pelea por manejar la oposición. Nada más.
PELADO STREAM
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