De terror: Le robaron la cartera a su novia y terminó baleado

13:52h

Un policía fuera de actividad fue baleado en el pecho y la mano tras perseguir a dos menores de edad que le habían robado la cartera a su pareja, también oficial, en el departamento Rawson.

La víctima, Gabriel Riveros, recibió dos disparos en el pecho (uno de ellos le perforó un pulmón) y uno en la mano en la madrugada del miércoles de la semana pasada, luego de un asalto ocurrido la noche anterior en la calle Superiora y Frías.

Riveros, quien es oficial de policía en situación pasiva, relató su dramático testimonio este martes en el programa Pelado Stream.

Cronología de la agresión

El incidente comenzó cuando Riveros y su pareja, ambos de civil y en una motocicleta, fueron asaltados en un semáforo por dos menores que les arrebataron la cartera.

«Se acercan dos menores, justamente cuando estamos esperando el semáforo, y nos tratan de llevar la cartera a mi pareja,» explicó Riveros. Él y su pareja reaccionaron de inmediato e iniciaron la persecución, logrando recuperar la cartera cuando uno de los asaltantes la arrojó al ingresar a un domicilio.

En esa primera instancia, el ingreso de Riveros a la casa del menor provocó un altercado con la familia, que salió a agredirlos con palos. Tras calmar la situación y recuperar el objeto robado, la pareja se retiró.

El ataque a balazos

Sin embargo, aproximadamente una hora y media o dos horas después, Riveros y su pareja regresaron al domicilio con la intención de hablar y evitar futuros conflictos, impulsados por sus creencias cristianas.

«Nos dirigimos nuevamente al domicilio tipo 12, 12:10… Estaba la madre afuera, llorando, angustiada,» contó Riveros. Mientras conversaba con la madre del primer menor, apareció otro joven, identificado como Mateo Ruiz, con un arma de fuego.

«Apareció otro muchacho, otro menor que era Mateo Ruiz, directamente con un arma de fuego y se puso en frente de la casa donde estábamos conversando a cargar el arma, a empezar a cargar municiones en el revólver,» describió.

A pesar de que los familiares llamaron a la policía, esta no llegó. Finalmente, la madre del agresor logró llevárselo. Riveros y su pareja salieron en dirección contraria, pero fueron interceptados a mitad de la cuadra.

«Fue cuestión de segundos que nos intersentaron a la mitad de la cuadra y sin mediar ningún tipo de comunicación se acercó y nos disparó,» relató la víctima.

El primer disparo fue dirigido a su novia, pero no la hirió. Riveros se interpuso: «Yo automáticamente ya me puse adelante. El segundo disparo me lo pega, me lo da acá en la mano, que justamente tengo todo fracturado.» Los otros dos impactos los recibió en el pecho.

Aun herido, Riveros persiguió al atacante por dos cuadras, concentrado en no caer para evitar ser rematado, hasta que el menor se escapó. Recién pudo volver a una casa cercana para pedir ayuda. Fue trasladado al Hospital Rawson, donde le diagnosticaron un pulmón perforado y una fractura en la mano.

Incertidumbre judicial

Riveros, que aún tiene las balas incrustadas y no cuenta con cobertura para la cirugía o rehabilitación, denunció una inusual medida judicial por parte de la jueza de menores.

«La doctora (María Julia) Camus, jueza de menores, ordena las órdenes de allanamiento en nuestros domicilios para hacer el secuestro de los teléfonos celulares, con el fin de sacarnos la información, peritarlos,» afirmó.

Cuestionó así que se les retirara el teléfono a las víctimas. «Primera vez que veo que se le allanaran los teléfonos celulares a los damnificados, a las víctimas,» señaló.

Riveros aseguró que no conocía a los menores, aunque sí admitió que un familiar de su pareja había sido asaltado y golpeado días antes por el mismo agresor.

Finalmente, lamentó el fracaso del sistema de rehabilitación juvenil: «El Juzgado Penal de la Niñez y Adolescencia ha sido un fracaso total, porque no ha rehabilitado, no ha recuperado ninguno de estos menores.»

PELADO STREAM

Redacción PeladoStream
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