26 May 14:31h
‘Nadie nos prepara para ser cuidadores’, dijo la doctora en Psicología Diana Bruno, este lunes en Pelado Stream. Se refirió así al enorme desafío que tiene aquella persona que repentinamente debe afrontar la tarea de acompañar a otra con cierto deterioro cognitivo o incluso demencia.
El impacto emocional suele ser muy alto. Por lo tanto, hay que ocuparse también de aquellos que desempeñan la tarea de cuidador, sea informal (sin pago) o formalmente.
´La mayoría de las familias siguen trabajando, siguen teniendo sus vidas. Entonces algo más que se agrega la rutina, que es asistir y acompañar a este ser querido, que uno no dice que no lo hagan con amor, dedicación y cariño, pero es algo más que se agrega a nuestra rutina. Y en vez de ser hijos o nietos, empezamos a ser asistentes, y con las asperezas que eso genera, porque genera mucho conflicto’, explicó la especialista.
‘En este proceso, el cuidador empieza a sufrir. Hay muchos indicadores de lo que se llama «estrés del cuidador»: problemas en la conciliación del sueño, despertar recurrente, con preocupaciones, fatiga, más irascibilidad, más irritabilidad’, continuó Bruno.
Existen terapias específicas para cuidadores de personas con deterioro cognitivo o demencias. ‘Desde psicoterapia con profesionales que sepan de demencia, -porque lo que voy a abordar no es un conflicto personal- hasta terapistas ocupacionales que nos ayudan a adaptar las tareas cotidianas para que sean seguras y que las puedan seguir haciendo’, advirtió la investigadora.
La problemática puede incrementarse en los próximos años, debido a la mayor expectativa de vida. Actualmente hay en Argentina unos 5 millones de adultos mayores y se estima que el 11 por ciento de ellos requiere algún tipo de asistencia.
PELADO STREAM
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