
18 Jun 13:05h
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner cumplirá la condena en su domicilio con restricciones y monitoreada con el sistema de tobillera electrónica. Este es un dispositivo de control diseñado para asegurar que la persona no abandone el perímetro establecido por la justicia. Es por esto que el jefe de la Dirección de Telecomunicaciones y Emergencias Policiales, Federico Balaguer, habló en Pelado Stream para brindar detalles del funcionamiento de este dispositivo.
Este sistema, que en San Juan es implementado por el D8, permite monitorear en tiempo real la ubicación de quien la lleva. Según explicó Balaguer, el dispositivo como el que lleva la ex presidenta, envía constantemente datos a una central de monitoreo, donde se controla que no se vulneren las condiciones del arresto.
Además, el funcionario detalló que la mayoría de las personas que actualmente cumplen prisión domiciliaria con tobillera en la provincia son adultos mayores de 70 años. «Tienen derecho a cumplir condena en su casa por cuestiones de salud o edad», explicó. También detalló que en la provincia son alrededor de 80 los detenidos que cursan la condena en su domicilio con el sistema de detección de ubicación.
En San Juan hay unas 80 tobilleras electrónicas colocadas en personas con arresto domiciliario, más otras 25 en personas vinculadas a violencia de género o intrafamiliar.
La tobillera electrónica es un dispositivo liviano, resistente y sumergible, similar a un reloj deportivo, que se coloca en el tobillo de la persona detenida y envía su ubicación en tiempo real a través de radiofrecuencia.
El perímetro de movimiento de la persona detenida está previamente georreferenciado. Si la persona se aleja, se recibe una alerta que es recibida en un área del CISEM donde se monitorean durante 24 horas todas las pulseras que hay en San Juan. “Si sale del domicilio sin justificación, se envía un patrullero. Si hay una urgencia médica, la persona debe informar inmediatamente”, aclaró Balaguer.
También se activa una alarma si la pulsera es manipulada, removida o colocada en otra persona. El sistema detecta estas alteraciones y requiere la intervención de personal técnico para reprogramarlo y reinstalarlo.
Además, el funcionario explicó que si la persona detenida lleva una tobillera puede realizar todas sus actividades de la vida cotidiana de manera normal. «Uno se puede bañar, la puede sumergir en agua, puede hacer todo lo que quiera sin problemas. Es de un material plástico resistente y super liviana».
PELADO STREAM
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