19 Ago 13:23h
Llega el XXXVII Concurso Nacional de Vinos Cata San Juan 2025. Esta competencia, que cumple 37 ediciones consecutivas e ininterrumpidas, comenzó en 1988 y se consolidó como una de las más prestigiosas de la industria vitivinícola argentina.
El certamen inició su etapa de inscripción el pasado viernes 25 de julio. El Consejo Profesional y Centro de Enólogos de San Juan, junto al Ministerio de Producción, Trabajo e Innovación del Gobierno de San Juan, COVIAR, la Cámara de Bodegueros y la Cámara Vitivinícola de San Juan, lanzaron el certamen en Buenos Aires, durante la 137º Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional en La Rural de Palermo.
Pedro Pelegrina, presidente del Consejo Profesional de Enólogos, pasó este martes por Pelado Stream y definió a la Cata de Vinos de San Juan como un «concurso nacional» que posee «todas las características de un concurso internacional», basándose en la evaluación de un especialista de la O.I.V. (Organización Internacional de la Viña y el Vino).
El concurso recibe muestras de más de 18 provincias vitivinícolas argentinas, que representan un crisol diverso e interesante. Pueden participar todas las bodegas inscriptas en el INV en el país, así como Vinos de Autor.
La inscripción de muestras tiene un costo de $20.000 por cada una, con la opción de inscribir seis muestras y obtener una sin cargo. El sistema de inscripción se realiza de manera online o presencial, y las muestras deben adjuntar protocolos analíticos del I.N.V. o una Declaración Jurada avalada por enólogos matriculados. Las bodegas deben enviar seis unidades para recipientes de hasta 2 litros y tres unidades para recipientes mayores a 2 litros.
El proceso de evaluación destaca por su exigencia y rigurosidad. Los jurados, que incluyen enólogos, sommeliers y expertos de renombre, evalúan el sabor, aroma, color y cuerpo de cada botella. Pelegrina explicó que el jurado también incluye algunos ingenieros agrónomos que participan en el rubro. Antes de la evaluación, realizan una «nivelación» para «poner las bocas» de todo el jurado a tono con vinos distintos y puntuar para estar dentro de un rango de equilibrio.
Las muestras llegan anonimizadas con un código alfanumérico para garantizar la imparcialidad en la cata. El sistema asigna un código cuando la bodega inscribe la muestra, y solo una persona conoce el código para envolver la botella, de modo que los jurados solo ven una botella tapada en papel madera con ese código.
Pelegrina señaló que se evalúan todas las categorías de vinos, desde varietales secos, dulces y dulces naturales, hasta espumantes, gasificados, Pet Nat, vinos naranjos y vinos turbios, incluyendo la «nueva onda de vinos con poca intervención». Incluso participa el vino en cartón, que se trasvasa a una botella para la degustación.
El concurso otorga distinciones de Gran Oro (más de 97 puntos), Oro (95 a 97 puntos) y Plata (91 a 94 puntos), siguiendo las normas de la O.I.V.. Los jurados buscan que la disparidad en las puntuaciones no sea superior a cinco puntos entre degustadores.
La recepción de muestras se extiende hasta el 20 de agosto, inclusive. La evaluación de los vinos comenzará en septiembre, y la ceremonia de entrega de premios está prevista para el 17 de octubre. Los organizadores buscan que el evento visualice a San Juan y a la industria vitivinícola nacional.
PELADO STREAM
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