17 Mar 12:56h
Volvió al ruedo Sergio Massa después de un largo año de silencio post derrota electoral frente a Javier Milei. Regresó con un fuerte llamado a bajar las armas en la interna peronista, antes de que el daño sea irreversible. En ese marco hubo un solo pedido para los sanjuaninos liderados por el diputado Franco Aranda.
Una sola recomendación le hizo el tigrense a su pupilo, que llegó a la Legislatura como aliado de José Luis Gioja y luego se convirtió en un diputado dialoguista, valioso para la nueva mayoría de Marcelo Orrego.
‘No te apures’. Esa fue la bajada de línea estratégica. Aranda tomó nota de la consigna massista. En adelante seguirán las conversaciones políticas, pero sin precipitar los acuerdos. Mucho menos, los compromisos.
‘No te apures’, fue la bajada de línea estratégica. En adelante seguirán las conversaciones políticas, pero sin precipitar los acuerdos. Mucho menos, los compromisos.
El Frente Renovador en San Juan tiene apenas un diputado provincial. Es poco en términos absolutos. Es más que suficiente en este escenario político revuelto.
El voto de Aranda no es uno más en el recinto de 36 bancas de la Legislatura Provincial. Su autonomía declarada el mismo 10 de diciembre al prestar juramento le permitió sacarse de encima cualquier atadura con Gioja. Mucho menos le debía fidelidad a Sergio Uñac.
A lo largo del primer año de gestión orreguista, Aranda jugó de líbero. Su respaldo fue vital, por ejemplo, para la adhesión de San Juan al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). La oposición giojista-uñaquista perdió por los desgranamientos sufridos.
Esta coincidencia alimentó las especulaciones. ¿Puede Aranda llegar a un acuerdo electoral con Orrego en 2025? A priori, el mayor obstáculo sería Milei. Para el massismo, el límite es La Libertad Avanza.
Pero si Orrego no conformara un frente con Milei y apostara por una construcción provinciana, despegada de los avatares porteños, podría surgir una alianza ‘a la sanjuanina’.
Massa conoce perfectamente los movimientos de Aranda. Nunca obstruyó sus votaciones en San Juan. Por lo tanto, nunca le dificultó la gestión a Orrego. Todo lo contrario.
Massa conoce perfectamente los movimientos de Aranda. Nunca obstruyó sus votaciones en San Juan. Por lo tanto, nunca le dificultó la gestión a Orrego. Todo lo contrario.
En privado, Aranda se jacta de haberse ganado el derecho de actuar por propia convicción y adaptado a la realidad local, más que a las conveniencias nacionales. Que por este motivo, por ejemplo, Massa no atendió los pedidos peronistas que le llegaron para torcer el voto de su diputado sobre el RIGI.
Hubo llamados a Buenos Aires para que el propio Massa cambiara la postura de Aranda con respecto a ese régimen tan discutido. Pero el tigrense se mantuvo al margen. Fue un mensaje claro.
Los diputados del peronismo -fundamentalmente los del giojismo- no le perdonaron nunca a Aranda su carácter dialoguista. De hecho hubo algunas alusiones en público en boca de Mario Herrero. Quedó el registro en distintas entrevistas.
Cuando Massa le pidió a Aranda que no se apure, lo hizo considerando especialmente la volatilidad del escenario nacional. Nadie podría pronosticar con algún grado de certeza cuál será la evolución del gobierno libertario. Octubre parece tan lejano…
El crecimiento o la caída de la imagen de Milei será determinante para el resto del tablero político. A eso habrá que sumarle las particularidades de San Juan. Sin embargo, hay amplio consenso -sin importar el búnker que lo exprese- acerca de que los comicios se resolverán como un plebiscito sobre la figura presidencial.
Es decir: Milei sí o Milei no. Hasta ahora y pese a todo, el León se mantuvo a flote, rozando los 50 puntos de aprobación y acompañamiento. Ese número es el que todavía divide aguas en al oposición. Están los que reclaman un combate feroz. Y están los que optan por seguir esperando, para atacar en el momento oportuno.
Es la síntesis del ‘no te apures’ de Massa a Aranda.
PELADO STREAM
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