
12 May 08:50h
Hay cierto consenso en el arco político sanjuanino, respaldado con encuestas que circulan herméticamente: otra vez habrá escenario de tercios. Es decir, un reparto parecido al de octubre de 2023, para las tres bancas en juego en la Cámara de Diputados de Nación. Un tercio para el orreguismo, un tercio para los libertarios y un tercio para los peronistas.
Donde no hay consenso es acerca del orden. Quién quedará primero, quién segundo y quién tercero. Puede resultar un dato menor, pero puede no serlo.
A Marcelo Orrego no le resultará gracioso que su candidato quede nuevamente relegado al tercer lugar, como le pasó a Nancy Picón. A los libertarios tampoco. No después de que Javier Milei sumara 60 puntos en el ballotage del 19 de noviembre de 2023.
A los peronistas terminar con la medalla de bronce les significaría un golpazo fuerte de revertir, en plan de proyectarse para 2027. Será un test fundamental para el uñaquismo/giojismo y todos los otros ismos emergentes.
En un reparto de tercios, un puntito más por aquí y un puntito menos por allá será clave para ordenar las posiciones. Es ahí cuando Orrego puede jugar una carta bajo la manga: alentar la proliferación de listas.
Cada vez que hubo división en la oferta electoral, siempre fue favorable para los oficialismos de turno. Lo supieron jugar de ese modo José Luis Gioja y Sergio Uñac en su tiempo. ¿Por qué no lo haría Orrego ahora que tiene el poder?
El jueves pasado en Pelado Stream el ex intendente de Capital, Emilio Baistrocchi, habló de un frente electoral en gestación, entre su partido llamado Hacemos por San Juan, el GEN de Marcelo Arancibia, la Coalición Cívica de Fabricio Fachinetti y el Partido Socialista de Lisandro Cárdenas. Están fuera de la pelea de tercios, pero cualquier voto que puedan sumar puede resultar desequilibrante para los tres primeros que se están contando las costillas.
El último padrón electoral de San Juan superó los 608.000 electores. Pero luego, con suerte, votan alrededor de 400.000 personas Por lo tanto, cualquier lista que obtenga unos 5.000 votos tendrá un punto y medio clave para el resto.
La pregunta siguiente sería, ¿a quién le sacan ese punto y medio? Si se lo sacan al peronismo, Baistrocchi podría pegarle un empujoncito a sus ex compañeros para que caigan al tercer lugar.
El fin de semana pasado un dirigente del justicialismo rechazó esta posibilidad, en una charla reservada con este periodista. Consideró que Baistrocchi le sacaría votos a Orrego. Hagan sus apuestas, damas y caballeros.
La especulación solo sirve para abonar la misma línea de pensamiento: ahí donde juegue una lista adicional, que no encaje en los tres frentes principales, habrá resta para algunos y suma para otros.
El ejemplo de Baistrocchi es apenas uno en este tablero. Habrá que observar muy atentamente al Frente Renovador de Franco Aranda, que no habla con Sergio Uñac ni con José Luis Gioja desde el año pasado. ¿Terminarán juntos o el massismo se atreverá a la aventura de presentar lista propia y que choquen los planetas?
Aparte están las mil y una vertientes de los liberales/libertarios, por afuera de José Peluc. Está, por ejemplo, Sergio Vallejos. Si el empresario y ex candidato a gobernador compitiera en octubre, será cortarle una porción al voto violeta.
Los bloquistas también están en esta madeja. Lo sabe Luis Rueda, quien opera muy enfáticamente una aproximación con Orrego. Ahora bien, ¿a Orrego le sirve el bloquismo adentro de su frente? ¿O le serviría más que el bloquismo juegue solo y se lleve los votos que alguna vez le aportó al justicialismo?
El manual dice que siempre que hubo dispersión, ganaron los oficialismos. Pero esto no es una ciencia exacta. Es política.
PELADO STREAM
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