
05 May 22:50h
Luis De Benito es ingeniero civil y actualmente es el sanjuanino que lleva el agua del océano Pacífico a las minas chilenas por encima de los 4.000 metros sobre el nivel del mar. Este lunes contó su historia en Pelado Stream.
Su tarea es concretamente el diseño de los acueductos que recorren unos 200 kilómetros desde las monumentales plantas desalinizadoras que se encuentran en la costa hasta los proyectos -habitualmente de cobre- en la alta montaña. Puntualmente en la Región de Atacama.
Según De Benito, la historia de la desalinización de agua marina para el uso minero comenzó hace unos 20 años por necesidad. Por un lado, para dedicar el agua continental exclusivamente al consumo humano, industrial o agrícola. Por el otro, para satisfacer una demanda creciente en la producción de cobre.
La transición energética empuja a los emprendimientos cupríferos chilenos a multiplicar su volumen exportable y eso acarrea una mayor demanda de agua. Por lo tanto, lo que comenzó casi de manera experimental hoy es moneda corriente.
Por supuesto, tiene su costo. Una obra de este tipo requiere una inversión superior al billón de dólares. Las empresas están dispuestas a pagarlo.
‘Las minas, hoy de Chile, están apuntando a aumentar la capacidad de producción, a duplicarla prácticamente. En el 2016, Minera Escondida construyó la primera planta de agua desalada’, explicó el ingeniero sanjuanino.
¿Es posible que en un futuro la minería sanjuanina pueda apelar al agua desalinizada del Océano Pacífico, cruzando la cordillera?
Para De Benito es totalmente factible. Por dos razones. La primera, es porque se encuentra vigente el Tratado Minero Argentino Chileno que firmaron los ex presidentes Carlos Menem y Eduardo Frei. Ese es el marco normativo. Y la segunda razón es que hay experiencias exitosas de gasoductos que atravesaron Los Andes sin problemas. La ingeniería es posible.
PELADO STREAM
Sin comentarios