
30 Jul 14:53h
En un movimiento que el politólogo Sergio Guzmán describe como otra muestra de la «hoguera de vanidades» de la era Trump, Estados Unidos ha anunciado su retiro de la UNESCO a finales de 2026. Esta decisión, no exenta de polémica, vuelve a poner en el centro del debate el valor de las instituciones internacionales y el impacto de las políticas que desestiman la cultura, la ciencia y la educación como pilares para la paz y el desarrollo global.
La UNESCO: un bastión de cultura, ciencia y educación para la paz
Sergio Guzmán, en su columna para «Pelado Stream», inició su análisis destacando la trascendencia de la UNESCO, el órgano de Naciones Unidas encargado de la preservación y fomento de la cultura, la ciencia y la educación desde su creación en 1945. «Es un organismo que ha tenido, te diría que a lo largo de su historia, prácticamente un comportamiento intachable», afirmó Guzmán, resaltando su rol en la interpretación de estas áreas como «herramientas para alcanzar la paz».
Además de sus programas de alfabetización en zonas de conflicto, la UNESCO juega un papel crucial en la preservación de sitios considerados Patrimonio de la Humanidad, aquellos de valor universal que trascienden fronteras y pertenecen a toda la especie humana. Su sede en París es un punto de encuentro e intercambio cultural, educativo y científico, un trabajo que Guzmán calificó de «verdaderamente encomiable».

Un retiro con historia y motivaciones económicas
Esta no es la primera vez que Estados Unidos se retira de la UNESCO. Ya lo hizo en 1984, bajo la presidencia de Ronald Reagan, y más recientemente en 2017, durante la primera gestión de Donald Trump. La constante ha sido que el presidente siguiente, en este caso Joe Biden, ha revertido la decisión y reincorporado al país. Sin embargo, Trump ha anunciado que, de volver a la presidencia, EE. UU. se retirará nuevamente en 2026.
Guzmán explicó que esta decisión tiene una compleja combinación de factores políticos, diplomáticos, jurídicos y, fundamentalmente, económicos. Para Trump, la UNESCO sería una organización que «no está a la orden de sus caprichos», y el retiro se justifica principalmente por el cese de los aportes financieros. «Pierde, decíamos, con la salida de Estados Unidos un actor de mucha relevancia. Esto es, en términos políticos, ¿es una sangría? ¿Se produce un espacio, hay un vacío? Sí, se produce un gran vacío al respecto, pero que fundamentalmente pierde un gran aportante», subrayó el politólogo.
El valor de los Patrimonios de la Humanidad: de San Juan al mundo
Guzmán enfatizó el privilegio y orgullo que significa para una comunidad que un sitio sea declarado Patrimonio de la Humanidad, destacando que es un reconocimiento a su importancia para toda la especie humana. La República Argentina cuenta con una vasta riqueza en este sentido, con 13 sitios y elementos reconocidos por la UNESCO.
Entre ellos, se encuentran los patrimonios naturales como la Península Valdés, el Parque Nacional Los Alerces, y el Parque Nacional Iguazú. En San Juan, se destaca el complejo natural que incluye el Parque Provincial Ischigualasto y el Parque Nacional Talampaya, un «sitio único en el mundo» por ser el mayor yacimiento paleontológico del planeta. «En San Juan nos reviste y nos infla el pecho de orgullo de contar con un sitio que es declarado y reconocido por toda la especie humana como un sitio único en el mundo», expresó Guzmán.
El politólogo también hizo hincapié en el impacto económico y social incalculable que estas declaratorias tienen, más allá de una «tasa de retorno inmediato» que buscan las miradas «sesgadas de los Trump». Estos sitios no son solo destinos turísticos, sino «testimonios de la historia geológica del planeta» que conllevan una «responsabilidad generacional» para su preservación.
Además de los sitios naturales, Argentina cuenta con patrimonios históricos, como la Manzana Jesuítica de Córdoba y la Cueva de las Manos en Chubut. Guzmán resaltó las nuevas categorías de la UNESCO, los patrimonios intangibles, como el Tango, reconocido como una expresión artística humana que debe ser resguardada.
Recientemente, en 2023, Argentina sumó otro patrimonio a la UNESCO bajo una nueva categoría: el rescate de la memoria. Se trata de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), hoy museo de la memoria, cuyo reconocimiento internacional busca preservar el testimonio de lo sucedido y evitar que sea «invisibilizado», como algunos pretenden al buscar convertirlo en un parque.
El futuro de la UNESCO sin los aportes de EE. UU.
A pesar de la salida de Estados Unidos y la consecuente pérdida de un «gran aportante», Guzmán afirmó que la UNESCO ha expresado su voluntad de continuar con sus programas y planes. «UNESCO no es un territorio de disputas diplomáticas, UNESCO no es un territorio de disputas políticas», sentenció.
Sin embargo, el politólogo reconoció que el «alcance se va a ver claramente deteriorado» y los «tiempos se van a ver también claramente alargados» por la falta de fondos. En este contexto, Guzmán lamentó que, desde la actual gestión argentina, no se hayan realizado aportes económicos a la UNESCO, lo que podría llevar a que el país deje de postular nuevos sitios naturales o históricos, a pesar de contar con lugares de «belleza extraordinaria» como la Quebrada de Humahuaca o la Casa Curutchet en La Plata, la única obra de Le Corbusier en América Latina.
La postura de Trump, al llevar una «disputa política casi personal» a un terreno cultural, educativo y científico, resalta la importancia de la colaboración internacional en la preservación del patrimonio mundial y el fomento del conocimiento. La partida de Estados Unidos de la UNESCO, una vez más, subraya el costo de desconocer el valor intrínseco de la cultura y la educación para el bienestar global.
PELADO STREAM
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