
18 Ago 09:31h
Sabrán disculpar los candidatos de los frentes electorales más pequeños. No es desprecio ni menosprecio. Pero el análisis el día después del cierre de listas necesariamente tiene que focalizar en los tres espacios mayoritarios. Es decir, aquellos que en 2023 se repartieron la torta en tercios.
Tres títulos entonces, para entender cómo quedó planteada la línea de largada rumbo a octubre
1 – Milei y solo Milei
2- San Martín
3- Máquina uñaquista
1- Milei y solo Milei:
Que La Libertad Avanza haya desechado a las principales figuras, las más instaladas, las de mayor trayectoria, para encabezar la lista de diputados nacionales con un dirigente novel y de bajísimo perfil como Abel Chiconi, solamente ratifica que la campaña será pedir el voto para Javier Milei. Fin.
Chiconi debutó en la función pública cuando lo convocaron para asumir como vicepresidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura. Hasta entonces toda su carrera se desarrolló en el ámbito privado. De hecho, en su cuenta en la red LinkedIn todavía declara ser enólogo de la Bodega Bórbore.
En el universo libertario, cuanto menos política haya en sangre, mejor. Así quedó fuera de carrera el dirigente más instalado que podía ofrecer José Peluc: Martín Turcumán. O incluso, que fuera desechada la bullrichista Eugenia Raverta, pese a su fidelidad a prueba de todo.
Chiconi arranca con un altísimo grado de desconocimiento en la opinión pública. Tal vez ese sea su mayor pergamino, si se toma como referencia lo ocurrido en octubre de 2023, cuando la ola violeta hizo diputado a José Peluc y senador a Bruno Olivera.
¿Cuánta nafta tiene todavía esa ola violeta?
2- San Martín:
Imposible no reparar en la fecha. Que justo el día del aniversario del fallecimiento de José de San Martín le haya tocado a Fabián ponerse al hombro la candidatura a diputado nacional que no quería, es todo un símbolo.
El vicegobernador prefería quedarse en la Legislatura, donde encontró un lugar relevante para colaborar con la gobernabilidad, construyendo acuerdos políticos, pariendo una nueva mayoría orreguista por encima de la mayoría uñaquista que arrojaron las urnas en mayo de 2023.
Que Marcelo Orrego lo haya lanzado como candidato era lo esperable. De todo el menú de dirigentes era el más instalado y que más medía. El gobernador no puede jugar a medias. Tiene que romper la polarización que baja desde Buenos Aires, cuando Milei solo habla de Cristina y Cristina sólo habla de Milei.
Lo dijo el politólogo Oscar Rivero el viernes pasado en Pelado Stream: la decisión de Orrego de jugar por separado de La Libertad Avanza es una apuesta de alto riesgo. Por un lado, se preserva la autonomía. Evita la subordinación. Por el otro, queda expuesto. Martín hoy carga con esa enorme responsabilidad.
3- Máquina uñaquista:
Que Cristian Andino se haya impuesto por encima de José Luis Gioja en la lista peronista tiene una explicación: el poder interno de Sergio Uñac.
No se malinterprete esta afirmación. Andino tiene sus pergaminos, un alto nivel de conocimiento y de imagen positiva. Tiene potencial para penetrar en sectores independientes. Pero jamás hubiera prosperado su postulación sin el soporte estructural del uñaquismo.
Lo avalaron 11 intendentes y casi la totalidad del bloque de diputados, más el 80 por ciento de las juntas departamentales. Es el correlato de la estructura que todavía responde al senador y ex gobernador.
Si Andino no hubiera contado con este respaldo, difícilmente hubiera podido imponerse por encima de Gioja. O, incluso, por encima de Fabián Gramajo, quien terminó aceptando el tercer lugar, para nada expectante, después de que la intendenta Daniela Rodríguez lanzara una fuerte advertencia el sábado acerca del rechazo hacia Andino. Palabras, nada más.
Chimbas y Rawson fueron las únicas dos juntas departamentales que resistieron a Andino. El aparato uñaquista pudo más. Ahora habrá que ver cuánto les cuesta la hemorragia interna.
4- Bonus track:
Al comienzo de esta columna se pidió las disculpas pertinentes por obviar a los frentes minoritarios. Es un acto de injusticia, con seguridad. Sobre todo teniendo en cuenta que en una elección que tiende a ser muy ajustada, cada punto que sumen estos otros candidatos moverá la aguja.
Lo que sume Emilio Baistrocchi: ¿le restará más al peronismo o al orreguismo? Lo que sumen los liberales como Sergio Vallejos: ¿le hará mella al candidato libertario? ¿La izquierda cosechará votos fugados del peronismo como ocurrió en alguna oportunidad?
Habrá tiempo para desagregar punto por punto. En la línea de largada, basta con replicar el título de aquella obra maestra de los hermanos Coen: Sin lugar para los débiles.
PELADO STREAM
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