28 Oct 09:33h
El propio vicegobernador Fabián Martín deslizó el día después de las elecciones que tal vez fue un error competir separados de La Libertad Avanza. Su declaración fue reproducida una y otra vez en el ecosistema de medios. Habrá llegado el mensaje, seguramente, al cuartel de José Peluc.
Por el contrario, Peluc insistió en que hay sumas que restan. Lo dijo con nitidez este lunes en Pelado Stream. Reconoció que Marcelo Orrego tuvo y conserva un buen diálogo con el gobierno nacional, aunque esa afinidad nunca se pudo plasmar en San Juan.
Con los resultados consumados, un alto dirigente de Producción y Trabajo todavía masticaba bronca este martes, amparado en el off the record. Le dijo a este periodista que fue definitivamente una equivocación dividir el voto antiK. Y que esa fractura le regaló la victoria al peronismo con Cristian Andino.
Es y seguirá siendo una lectura contrafáctica. Lo único cierto es que el gobierno provincial, aún obteniendo más votos que el gobierno nacional en San Juan, quedó en una posición incómoda.
Orrego puso lo mejor que tenía, su vicegobernador. Y aún así solo lograron renovar la banca que ponían en juego, la de María de los Ángeles Moreno.
El peronismo, que solo logró retener una de las dos bancas que le pertenecían, terminó celebrando por quedar primero.
Y La Libertad Avanza, tercera y última en el reparto, se alzó victoriosa porque todos los pronósticos la daban muy lejos de los dos primeros, sin chances de acceder al Congreso.
La euforia libertaria no fue tanto por el resultado en San Juan sino fundamentalmente por la potencia de la ola violeta en todo el país. El PRO prácticamente se extinguió al subordinarse a Karina y Javier. Los gobernadores terminaron muy castigados. Orrego le ganó a La Libertad Avanza en San Juan, pero no pudo ganarle al peronismo. Y esa situación lo dejó vulnerable frente al nuevo estado de las cosas.
Orrego necesitaba un resultado categórico, contundente, incluso incrementar su cantidad de representantes en la Cámara Baja del Congreso para vincularse de otro modo con una Casa Rosada que siempre fue altiva y menospreció a los gobernadores, ‘los degenerados fiscales’.
Si bien Milei atenuó su discurso el domingo por la noche, dijo que ahora viene una etapa de administrar para los que lo votaron y para los que no lo votaron también, es poco creíble que vaya a moderar su temperamento en el largo plazo.
Mucho más, cuando las urnas le dieron toda la legitimidad que había perdido por la volatilidad cambiaria y las protestas de universitarios, jubilados, pediatras y personas con discapacidad.
Frente a este panorama, ¿los gobernadores tendrán que bajar la cabeza y marchar al pie de Milei? Está por verse. Orrego sufrió el revés el domingo, pero mucho peor les fue a Martín Llaryora, de Córdoba, o Maximiliano Pullaro, de Santa Fe. Ni qué decir Axel Kicillof, de Buenos Aires.
Los oficialismos provinciales -salvo excepciones- se hundieron en la marea libertaria. Si estos casi dos años les tocó sobrevivir con ajustes y solamente ajustes, nada indica que vaya a existir el más mínimo alivio a futuro. Pero, si hubiese una mínima chance de destrabar algún recurso, solo será por la vía de la negociación política.
Esa negociación no será horizontal. No después del empoderamiento obtenido por Milei en las urnas.
A Orrego le fue mejor que a La Libertad Avanza en San Juan, pero se le coló el peronismo y le arrebató el primer puesto. Ese imprevisto le generó un inconveniente para el futuro inmediato en estos términos de relación.
Ya empezaron a sonar las voces internas en el gobierno provincial que recomiendan un acercamiento hacia Milei. Como siempre, la última palabra será la de Orrego.
El gobernador lo dijo la semana pasada en vivo en Pelado Stream y lo ratificó este lunes en una entrega de viviendas en 9 de Julio: estuvo donde se sintió más cómodo. Es decir, apartado de La Libertad Avanza. Pero eso ya es pasado. El futuro obliga a repensar estrategias. O, como decía el GPS: recalculando.
PELADO STREAM
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