04 Dic 08:20h
La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de San Juan remitió a la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) de Jáchal su descargo oficial en la causa por la mortandad masiva de peces en el Dique Cuesta del Viento el pasado 4 de noviembre, adjuntando informes técnicos que descartan la presencia de contaminantes vinculados a la minería.
Los estudios, realizados por el Laboratorio CIPCAMI (Centro de Investigación para la Prevención de la Contaminación Ambiental Minero Industrial), indicaron que los valores analizados no superaron los límites guía ni la Línea Base Ambiental histórica de la cuenca. Este resultado contradice una denuncia de la Asamblea Jáchal No Se Toca, que aseguró que la muerte de los peces se debió a un «envenenamiento del agua» tras un presunto derrame «ocultado».
Resultados oficiales versus denuncia de la Asamblea
Los informes de Ambiente se basaron en monitoreos históricos de 2025 y en un análisis post-evento realizado el 5 de noviembre en puntos estratégicos del Río Jáchal y el Embarcadero del Dique Cuesta del Viento. En estos puntos, CIPCAMI no detectó la presencia de cianuro, mercurio ni nitritos. Adicionalmente, los análisis de campo (pH, Oxígeno Disuelto, Conductividad) se mantuvieron dentro de los niveles normales.
La mina Veladero, por su parte, también rechazó las acusaciones, sosteniendo que la calidad del agua en sus puntos de control está dentro de los valores esperables.
Sin embargo, la Asamblea Jáchal No Se Toca presentó un contrainforme a la Fiscalía con resultados de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) de Mendoza. Estos análisis, realizados el 7 de noviembre (dos días después del monitoreo de CIPCAMI), detectaron:
- Mercurio: Valores que, según la Asamblea, coinciden con los detectados luego del primer derrame de la mina Veladero en 2015.
- Cloro: Se detectó la presencia de 0.12 mg/L de cloro en el Río La Palca. La Asamblea sostiene que el hipoclorito de sodio (una forma de cloro) es utilizado por la empresa minera para neutralizar el cianuro, y su presencia en un río cordillerano es anómala, concluyendo que los peces murieron por «envenenamiento».
Consultada al respecto de esta acusación, una fuente extraoficial vinculada a la empresa minera dijo que una contaminación de tal magnitud no hubiera provocado la muerte selectiva de una sola especie, como efectivamente sucedió en el dique Cuesta del Viento. Por lo tanto, la compañía considera que no hay sustento para sostener una denuncia semejante.
Investigación y el patrón de datos dividido
La disparidad en los resultados técnicos—la no detección de contaminantes por parte del laboratorio oficial y la detección de mercurio y cloro por la UNCuyo—pone a la UFI de Jáchal ante la responsabilidad de evaluar la metodología, el momento y los puntos geográficos específicos de cada muestreo.
La Fiscalía avanza con la investigación ante la evidencia de un patrón de datos dividido que definirá si la mortandad fue un evento natural o un episodio de contaminación.
La Asamblea desmintió, además, la versión inicial del Gobierno de San Juan que asociaba el evento a la falta de oxígeno disuelto (hipoxia) o bajos niveles de agua, citando que la cota del embalse en octubre de 2025 era 3.7 metros más alta que el año anterior.
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