Pablo Henríquez: La historia del niño que se inspiró en una estrella y se convirtió en artista

19:50h

Pablo Henríquez no es solo un periodista, ni solo un artista plástico; es la confluencia de ambos mundos, un alma creativa que fluye entre las palabras, las imágenes y hasta la música. Su trayectoria es un testimonio de cómo la comunicación puede convertirse en arte, y viceversa.

Desde muy joven, Pablo demostró una inclinación innata hacia lo gráfico y lo visual. Se remonta a su infancia, a una noche de verano, con apenas siete años, cuando al mirar el cielo, él y sus amigos vieron una «estrella» moverse. Un suceso que, aunque hoy tendría una explicación lógica, en aquel entonces encendió una chispa en su imaginación. «Me fui corriendo a mi casa con la intención de escribir un libro sobre eso», recuerda. Aunque ese libro nunca se concretó, sí diseñó la tapa, con su propia tipografía e ilustración, dejando en claro su vocación temprana.

La interdisciplinariedad como filosofía de vida

Para Pablo, la vida es una amalgama de disciplinas. Si bien el diseño gráfico fue su sustento principal y el periodismo una vocación que le llegó por ósmosis, su curiosidad y talento se extienden a la música, la fotografía y la ilustración. «Creo en lo interdisciplinar profundamente», afirma, y es algo que se refleja en cada uno de sus proyectos. Esta versatilidad, aunque a veces lo desafía en la definición de su ocupación –como cuando juega con las opciones en un formulario de aeropuerto, alternando entre «periodista», «artista plástico» o «escritor»–, es la esencia de su identidad creativa.

Sus comienzos como ilustrador a los 17 años fueron un reflejo de una época de intensa efervescencia cultural. Influenciado por el rock nacional, los trovadores cubanos y brasileños, y el vibrante arte gráfico de revistas como Humor o Expreso Imaginario, Pablo mamó de grandes maestros de la ilustración argentina. Artistas como Carlos Nine, Luis Cafati y Roberto Fontanarrosa marcaron su camino, enseñándole que el dibujo no era un mero adorno, sino una poderosa herramienta para transmitir ideas, incluso las más complejas y rupturistas en tiempos difíciles.

La complejidad del arte y la honestidad del periodista

El arte de Pablo Henríquez se caracteriza por su complejidad, su finura y la minuciosidad de sus detalles. Para él, una página de diario era «una llanura desierta» donde podía experimentar libremente, combinando la escritura con la ilustración y la diagramación. Esta libertad le permitió fusionar su visión periodística con su sensibilidad artística, creando piezas únicas que invitan a la observación profunda.

Como periodista, Pablo se considera un «fundamentalista de las reglas de la información», valorando la pirámide invertida y el dato puro. Admirador de figuras como Carlos Pagni, resalta la importancia de la información despojada de retórica. Pero incluso en su incursión plena en las artes visuales, el periodismo nunca lo ha abandonado. «Sigo con el impulso de decir cosas», asegura, y esas capas de metalenguaje están siempre presentes en su obra.

A sus 57 años, Pablo abraza la incertidumbre del futuro con optimismo. «Por suerte no lo sé», dice sobre su próximo destino, aceptando que la vida a veces nos lleva por caminos inesperados. Su motor es la permanente generación de proyectos e ideas, manteniendo una actividad incesante que lo lleva a trabajar «24/7». El arte, para él, es un medio para «ordenar los patitos», para viajar y, sobre todo, para recordar lo importante de la vida: los afectos, la salud y las preguntas que lo mantienen vivo y en constante evolución.

Exposiciones y reconocimientos: El arte al encuentro de la gente

Pablo Henríquez continúa exponiendo sus obras y llevando el arte a espacios no convencionales, buscando acercarlo a la gente sin la intermediación de las galerías tradicionales. Actualmente, sus obras forman parte de una exposición colectiva junto a otros siete artistas visuales en Malandrino, un café de Restó Bar en Urquiza Sur, San Juan. También ha realizado exposiciones individuales en lugares como el Chaleco Antonio y la Estación San Martín, mostrando su versatilidad en el uso de nuevas técnicas.

Recientemente, en junio, Pablo fue distinguido en la Legislatura con el Premio Mario Pérez a la trayectoria, un reconocimiento que, aunque recibe con pudor, celebra la generosidad de quienes lo otorgan.

Para quienes deseen explorar el universo creativo de Pablo Henríquez, su trabajo está en permanente evolución y se puede seguir en sus redes sociales, buscando «Pablo Enríquez Arte». Su legado es el de un creador incansable que fusiona el mundo de las letras con el arte plástico y la música, rompiendo barreras y demostrando que la pasión y la curiosidad son los motores más poderosos.

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Redacción PeladoStream
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