
09 Oct 09:39h
‘Milei es un fenómeno muy disruptivo, pero ya no sé si eso vende como antes‘, dijo el diputado orreguista Carlos Jaime en Pelado Stream. Fue la síntesis perfecta para cerrar la semana que comenzó con el insólito recital que dio el presidente en el Movistar Arena y se convirtió en noticia internacional.
Hay dos alternativas. La primera es que Milei está disociado de la realidad y no registra la gravedad del contexto económico, político y social. La segunda, es que Milei y su entorno son tan brillantes que decidieron volver a las fuentes.
Si ‘El Javo’ -como le dicen los suyos- arrasó en 2023, fue con su tono inédito, con su cabellera indómita, con su histrionismo. Rompió con todos los moldes de la política tradicional. Les pasó por arriba como una aplanadora a peronistas y macristas.
Después, claro, tuvo que ponerse a gobernar. El primer año pasó la motosierra como había prometido. No hay plata. El segundo año empezó a crujir el contrato social.
Primero fue el criptoescándalo $Libra, después los fallecidos por el fentanilo contaminado, después los audios de Spagnuolo y las presuntas coimas del 3% hasta finalmente llegar al narcoescándalo que le costó la candidatura a José Luis Espert.
Todo esto, matizado por una corrida cambiaria imparable, apenas contenida por el cariño de Donald Trump y Kristalina Georgieva, que no es gratis tampoco. El presidente de Estados Unidos y la titular del Fondo Monetario Internacional le piden a Milei que gane las elecciones del 26 de octubre para seguir ayudándolo. Ay…
Si algo hay que reconocerle a Milei es que jamás perdió la iniciativa política. Siempre se puso al frente de la agenda.
Fue lo que logró, claramente, el lunes con el recital que el mundo entero sigue mirando con estupefacción. ¿A este presidente le quiere entregar 20.000 millones de dólares Trump?, se preguntan en Estados Unidos tanto demócratas como republicanos. Of course.
Enredado en esta madeja político-económica, Milei apeló a lo kitsch. Ya sea de manera planificada o simplemente porque le dio la gana, retomó el estilo que lo catapultó al poder. Seguramente le habrá servido para fidelizar a los suyos. A los que empezaban a dudar del Javo y lograron reencontrarse con su líder más genuino.
El tema es que ese núcleo duro nunca será mayoritario. Pero en una elección parlamentaria de medio término, un 30 por ciento no está mal. No cuando las cosas se presentan adversas y la derrota podría ser catastrófica.
Aún así hay que retomar el plateo del orreguista Carlos Jaime: ¿El fenómeno Milei vende como antes? Posiblemente no.
Pero, por las dudas, la política entera está poniendo algunos huevos en esa canasta de lo disruptivo. Lo están haciendo hasta los candidatos del peronismo.
Esta semana Cristian Andino subió un video a sus redes donde demuestra la fortaleza de sus dorsales, al alcanzar las 12 repeticiones en dominadas. Para el que no lo sepa, es un ejercicio que consiste en colgarse de una barra y levantar el cuerpo una y otra vez. Después subió otro video con el testimonio de una familia de San Martín que logró llegar a la vivienda digna gracias a la presencia del Estado.
Un mix. Un poquito de frivolidad, un poquito de política de vieja escuela. Por las dudas. Porque en definitiva, nadie en el ecosistema político sabe a ciencia cierta hasta cuándo seguirá traccionando el estilo influencer que supo usar Milei en 2023.
La respuesta solo se conocerá con exactitud el 26 de octubre, cuando se cuenten los votos.
Como hipótesis, habrá que poner a prueba aquella vieja consigna de los años ’90, pronunciada en el contexto de la elección que ganó Bill Clinton en Estados Unidos: ‘es la economía, estúpido’.
Ahí Milei puede exhibir un contraste notable con la gestión heredada. Bajó la inflación bruscamente. Eso sí, el costo fue altísimo. Y el resultado, tal vez sea demasiado precario. El veredicto quedará en manos de la gente.
PELADO STREAM
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