
31 Jul 14:16h
Mendoza, con un importante potencial minero pero un desarrollo lento, observa de cerca el modelo de San Juan. Busca impulsar su propia industria minera metalífera. Así lo reveló el periodista mendocino Gastón Bustelo en una entrevista con Pelado Stream este jueves. El periodista destacó las diferencias en el abordaje de la actividad entre ambas provincias.
Bustelo, autor de la nota «Minería: cómo controla San Juan y cómo se prepara Mendoza«, de El Medio (mendocino), explicó el rezago de Mendoza en los últimos 20 o 25 años. San Juan, bajo los gobiernos de Jorge Escobar y José Luis Gioja, decidió avanzar en minería. Mendoza encontró, en contraste, significativos obstáculos por parte de grupos ambientalistas. Esto llevó a declarar muchas áreas como reservas naturales en el Valle de Uco. Dicha acción imposibilitó la explotación minera.
La situación se complejizó con la Ley 7722, sancionada durante la gobernación de Julio Cobos. Esta normativa prohíbe el uso de cianuro en la minería metalífera; relega a Mendoza a proyectos de tercera categoría. Además, la ley exige la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental por la Legislatura. Este «control político» puede dificultar el avance de proyectos, sobre todo en gobiernos sin mayoría parlamentaria.
El Proyecto San Jorge: Una Posible Apertura
A pesar de estos antecedentes, Bustelo percibe un cambio en el horizonte mendocino. El proyecto de cobre San Jorge en Uspallata aparece como una oportunidad. Este sábado, una audiencia pública del gobierno en la minera y una «audiencia del pueblo» de ambientalistas en la villa de Uspallata serán eventos clave.
Sin embargo, Bustelo no cree que las manifestaciones actuales alcancen el nivel de años anteriores. Considera el número en la Legislatura para la aprobación ambiental «garantizado». Si San Jorge avanza, «abre la puerta para que se comience a desarrollar minería en los sectores donde se puede hacer».
Resistencia Social y el Dilema del Petróleo
Bustelo reconoció una mirada social sesgada hacia la minería en Mendoza. Esta visión contrasta con la del petróleo, actividad más «digerida» en la provincia. Sin embargo, la resistencia a la minería se ubica geográficamente: el fracking en Malargüe no genera las mismas protestas que el proyecto San Jorge, más cerca de zonas pobladas.
Aun así, el periodista mendocino destacó un cambio en la percepción en Mendoza. La crisis económica y la visible prosperidad de San Juan gracias a la minería contribuyen a esto. La caída en la producción de petróleo y el bajo consumo per cápita de vino, pilares históricos de la economía mendocina, hacen que la minería se vea como una «salida» y un «tema de supervivencia».
Aprendiendo del Modelo Sanjuanino: Controles y Multas
Bustelo resaltó las valiosas lecciones del modelo de San Juan. Mencionó que, a pesar de incidentes como el derrame de solución cianurada en Veladero, la provincia capitalizó estas situaciones adversas para mejorar sus prácticas de control. Funcionarios a cargo del área, como Moreno, explicaron la implementación de «controles cruzados». Aquí, la minera y el gobierno comparten y contrastan datos.
Otro punto distintivo de San Juan es su legislación sobre multas a las mineras. A diferencia de Mendoza, donde las multas van a rentas generales, en San Juan se invierten en tecnología para controlar la actividad o en infraestructura (para minería de tercera categoría). «Por eso el espíritu de la nota también es mirar San Juan y no Chile. Es más palpable, está más cerca y ya van 20 años», concluyó Bustelo. Enfatizó la relevancia de la experiencia sanjuanina para el futuro minero de Mendoza.
PELADO STREAM
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