Los dos votos de Orrego valen oro

09:04h

Bastó que el gobernador catamarqueño Raúl Jalil moviera a tres diputados suyos del bloque Unión por la Patria para facilitarle a La Libertad Avanza convertirse en la primera minoría de la Cámara Baja del Congreso. Tres diputados apenas, son la prueba material del fino juego de números que marca esta nueva etapa en el Poder Legislativo.

El Congreso quedó muy pintado de violeta, pagando la pérdida el peronismo, pero también el PRO y la UCR. El movimiento de Jalil dejó en evidencia un facto: los gobernadores, aún habiendo tenido un desempeño flojo en las elecciones del 26 de octubre, serán actores centrales a partir del 10 de diciembre.

Por eso que Marcelo Orrego conserve su discreto minibloque de dos diputados, integrado por Nancy Picón y Carlos Jaime, lo ubica en el mapa como un interlocutor necesario. No está incluido en el combo de nadie.

Los dos votos de Orrego pueden marcar la diferencia cuando llegue la hora de las decisiones más apretadas. En lo inmediato, el Presupuesto 2026 y el Código Penal, pero también la reforma laboral cuya letra fina es aún un misterio.

La Libertad Avanza cerró un bloque de 95 diputados, entre ellos los sanjuaninos José Peluc y Abel Chiconi. Unión por la Patria quedó dos diputados abajo, con 93 integrantes, entre ellos los sanjuaninos Cristian Andino y Jorge ‘Koki’ Chica. Esa partición prácticamente en mitades pondrá a las otras minorías en una situación de privilegio para desequilibrar la balanza.

El PRO, que se fue desgranando y degradando, con una migración imparable de amarillos convertidos al violeta, tiene apenas 12 diputados. Son menos que los 18 del bloque Provincias Unidas, el fallido experimento impulsado por Juan Schiaretti que, pese a la floja performance electoral, será la tercera fuerza parlamentaria.

De ahí para abajo, todo es tristeza. Aunque parezca mentira, el bloque de la UCR quedó reducido a 6 diputados, casi lo mismo que la Izquierda, con 4 diputados. Coalición Cívica, dos diputados. En este contexto, Producción y Trabajo, de Orrego, no está mal.

Picón y Jaime pueden compensar los votos negativos si Orrego decide que hay que acompañar a Milei en alguna definición ajustada. Nadie se ruborice, por favor. Es técnica parlamentaria lisa y llana. Aquí en Argentina y en el resto del mundo.

De todas maneras, Milei enfrenta su segunda mitad de mandato con mucho más poder que el que tuvo hasta ahora. Y esa potencia en el Congreso se hará notar, salvo que empiece a tener fugas como ya le sucedió en el pasado.

La gran diferencia esta vez es que las listas pasaron por el escritorio de Karina Milei. Por lo tanto, todo indica que la disciplina libertaria será mucho más rígida. Este martes por la tarde el bloque violeta tuvo una reunión precisamente para refrescar la idea internamente.

Milei construyó poder desde el poder. Arrancó en 2023 prácticamente sin legisladores propios y pidiendo favores políticos por todos lados. A Mauricio Macri y a los radicales con peluca por encima del resto. También a los gobernadores que alguna vez integraron Juntos por el Cambio.

Luego el presidente detonó las relaciones con las provincias y pagó el costo: le aprobaron una seguidilla de leyes que terminó vetando, que le insistieron con el voto de los dos tercios de ambas cámaras y, en última instancia, él desobedeció.

Pasó, por ejemplo, con las leyes de Emergencia en Discapacidad y de Financiamiento de Universidades. Orrego estuvo con la oposición en ambos casos.

Pero eso es historia. El 26 de octubre sirvió para resetear la relación. No hay plata ni habrá plata, eso es seguro. Pero tal vez haya otro tipo de compensaciones largamente esperadas por San Juan. Por ejemplo, la reglamentación de la Ley de Glaciares que Milei mandará al Congreso a pedido de los gobernadores mineros.

¿Será suficiente? Claramente no. Pero, como decían las abuelas, en el camino se acomodan las cargas.

PELADO STREAM

Daniel Tejada
hola@peladostream.com.ar
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