
30 Jun 08:20h
Una alta fuente del peronismo reveló a este periodista que, una semana antes del acuerdo para frenar la interna partidaria, Sergio Uñac y José Luis Gioja se amenazaron mutuamente con presentar lista cada uno por su lado. Finalmente se quedaron en el amague.
Pasó el día 26, establecido en el calendario partidario para inscribir candidatos propios, y nadie lo hizo. De manera tal que todos se allanarán a la lista de unidad que proponga la conducción.
Ahora bien, que el PJ compita el 26 de octubre con una lista de unidad no significará necesariamente que todo el peronismo esté contento ni consustanciado con esos nombres. Ver para creer.
El viernes pasado en Pelado Stream algo de eso deslizó el parlamentario del Mercosur Matías Sotomayor. ‘Andino es buen candidato, como lo es José Luis y lo es Fabián Gramajo’, dijo el dirigente con base territorial en Rivadavia.
¿Qué significó esa declaración? Que si alguien dentro del uñaquismo da por hecho que el candidato será Cristian Andino, porque viene apadrinado por Uñac, eso todavía no está cerrado.
El giojismo en general no tiene reparos contra Andino, como sí los tiene contra Uñac. Admitir que el candidato sea el sanmartiniano sin ningún pataleo sería, fundamentalmente, reconocer que el que manda es Uñac.
Por eso Sotomayor, que es portavoz de un sector renovador del peronismo, evitó pronunciarse a favor de Andino. Dijo que le merece todo el reconocimiento porque compartieron la campaña del 2023 cuando muchos otros se escondieron. Pero eso es pasado y la política es dinámica.
Sotomayor no tendría motivos para defender a Gioja, porque con el ex diputado nacional tuvieron más desencuentros que coincidencias. Pero poner a Gioja en el tablero implica automáticamente ponerle un límite al poder de Uñac.
Gioja representa eso: la frontera donde se termina Uñac. Y viceversa.
El gran desafío de los renovadores es dar por superada esa división entre uñaquismo y giojismo. Difícilmente ocurra en octubre, porque ambos referentes acaban de demostrar que tienen todavía el manejo real del partido, más allá de que no ocupen cargos de conducción.
La expectativa de los peronistas renovadores es que asomen los intendentes con más carácter. A fin de cuentas, son los que tienen responsabilidad de administrar.
Aunque tienen preocupaciones más urgentes que la interna peronista, ya empezaron a involucrarse. Sencillamente, porque no pueden desentenderse de lo que pase el 26 de octubre. Quieran o no, ese domingo les pondrán una urna en el departamento. Lo mejor entonces será tener un candidato como para defender el distrito frente a los oficialismos libertario y orreguista.
El que más carácter demostró hasta ahora fue Carlos Munisaga. El intendente de Rawson dijo en Pelado Stream que se terminó el ciclo de Gioja y Uñac. Que deben acompañar pero desde otro lugar.
Fue un gesto de autonomía importante, al menos en lo discursivo. Se acercó mucho a Fabián Gramajo, el tercero en la discusión para las diputaciones.
A Gramajo no le interesa puntualmente ser diputado nacional. A Andino menos, claro está. El nudo de esta negociación es que representará la línea de largada para 2027.
Aunque no lo digan públicamente, todos los sectores de la política estarán actuando de manera idéntica: esta elección será crucial para la que verdaderamente les importa a todos, dentro de dos años.
El borrador uñaquista pretende imponer a Andino como candidato a diputado nacional en primer término, darle el segundo lugar a una mujer del giojismo y reservarle el tercer puesto a Gramajo.
En realidad, sueñan con que sea el mismísimo Gramajo quien acepte integrar la fórmula en ese último lugar titular, no por afecto sino por conveniencia. Chimbas, junto con Rawson, representa el caudal más importante de votos peronistas en el Gran San Juan.
Difícilmente el PJ pueda salir primero en el corredor de Santa Lucía, Capital y Rivadavia. Por lo tanto tiene el deber y la obligación de lograr una excelente elección en Chimbas y Rawson. Todo lo que sume por afuera del Gran San Juan será bienvenido. Pero la escala siempre será mucho menor, por una simple razón de densidad poblacional.
¿Aceptará Gramajo este convite? La respuesta, sea cual fuere, no tendrá que ver con el 2025 sino con el 2027. ¿Qué puede ofrecerle el uñaquismo para dentro de dos años?
Esta historia continuará.
PELADO STREAM
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