
29 Jul 14:12h
La noticia del fallecimiento de Alejandra «La Locomotora» Oliveras conmovió al mundo del boxeo y a todos quienes la admiraban. Conocida por su espíritu inquebrantable y su carisma contagioso, Oliveras fue una fuente de inspiración, especialmente para las mujeres y el boxeo femenino. En San Juan, una de las personas que mejor la conoció fue Daniel Pereyra, la reconocida «voz del boxeo» en la provincia, quien compartió sus emotivos recuerdos con Pelado Stream.
Un encuentro en el Luna Park
«Ayer, cuando me enteré de la noticia, me puse muy triste», confesó Pereyra al inicio de la entrevista. Su historia con la campeona se remonta a 2005, en el mítico Luna Park. «Tuve el placer de ir a relatar boxeo», recordó, en una velada donde peleaba el sanjuanino Mauricio Muñoz y la «Tigresa» Acuña era la figura principal. En un sector VIP, rodeado de campeones como Látigo Barrios y Sergio Víctor Palma, apareció Alejandra.
«Yo muy tímidamente, porque te imaginas, era la primera vez que viajábamos a relatar al Luna Park y encontrarte cara a cara de cerca con estos protagonistas», relató Pereyra. Se acercó con su micrófono, la llamó y ella, con una naturalidad asombrosa, se presentó. «Hola, Dani, un gusto», le dijo, y le puso su «tremenda mano en el hombro con tremendos nudillos». Esa primera entrevista, de 10 o 15 minutos, fue el inicio de un vínculo. «De allí como que nos hicimos amigos, entre comillas, porque después tuve la posibilidad de entrevistarla telefónicamente 10 veces», contó Pereyra.
La calidez detrás de la fuerza
La imagen de Oliveras era la de una mujer con un físico imponente, intimidante para algunos. Sin embargo, Pereyra destacó el contraste con su personalidad: «Te asustaba el físico, pero cuando vos te ponías a charlar con ella, era otra cosa. Era una mujer con una sonrisa que nunca paraba». Esa calidez y predisposición la acompañaban siempre.
En sus conversaciones, el periodista sanjuanino pudo ahondar en la vida de la campeona, desde su infancia marcada por la violencia de género y difíciles situaciones, hasta sus triunfos más resonantes. «Charlamos de lo que fue su infancia, su violencia de género, su difícil situación de vida», rememoró. También abordaron su primer título mundial, cuando le ganó a Jacky Nava en Tijuana, México, una victoria por knockout en un terreno hostil. «En México hay que ganar, no cualquiera va y gana. Y ella ganó por knockout», subrayó Pereyra.
Oliveras era una motivadora nata. Sus palabras de aliento eran una constante, no solo en sus entrevistas, sino también en los mensajes que enviaba a escuelas de boxeo que le pedían saludos. «Muy amablemente me enviaba el video motivando a los niños a que crezcan, que sigan con el boxeo, que los saca de la calle, que los saca de la droga», compartió Pereyra.
El legado en el boxeo femenino
Para Daniel Pereyra, «La Locomotora» fue una figura clave en el crecimiento del boxeo femenino en Argentina. «Gracias a ella, el boxeo femenino ha crecido, ha crecido mucho más que el masculino», aseguró. El periodista, que recorre los gimnasios de San Juan, observa la presencia cada vez mayor de mujeres. «Me encuentro con los gimnasios realmente con muchas mujeres, más mujeres que hombres, practicando el boxeo recreativo», comentó. Si bien muchas lo hacen por defensa personal, algunas encuentran en este deporte su verdadera vocación.
«Ella, junto a la Tigresa Acuña, que fue la primera boxeadora con licencia número uno en Argentina, fueron las que incentivaron justamente a las mujeres a la práctica de este deporte», sentenció Pereyra, destacando el impacto de Oliveras en la apertura de este camino.
Una despedida con un nudo en la garganta
La última vez que Pereyra habló con Oliveras fue en febrero, con la intención de traerla a San Juan para una clínica de motivación. «La queríamos traer para el mes de marzo de este año, pero no se pudo porque me dice: ‘Mira, Dani, tengo muchas fechas confirmadas, tengo que viajar por todo el país, pero quiero ir a San Juan. Lo dejemos para septiembre, octubre de este año'». Un encuentro que, lamentablemente, no podrá concretarse.
Ayer, la triste noticia del fallecimiento de Oliveras dejó a Pereyra con una profunda pena. Con 27 años de trayectoria como presentador de boxeo, aún conserva un video que la campeona le envió para saludarlo en un aniversario. «Cada vez que ahora, desde ayer miro ese video, lo puse en el estado de mi celular y cada vez que la escucho, que la veo con esa simpatía, realmente me pone muy triste de una persona tan joven, con 47 años, que nos haya dejado, que fue un ícono en lo que fue el boxeo femenino», concluyó Daniel Pereyra, despidiéndose de «La Locomotora», una figura que marcó un antes y un después en el deporte argentino.
PELADO STREAM
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