
07 May 08:41h
No podía ser de otra manera. El paro de choferes tuvo un acatamiento del 100 por ciento en San Juan y la UTA demostró una vez más su enorme poder de fuego, al paralizar por completo el transporte público de pasajeros. Pero esta fue apenas una batalla. La guerra apenas empieza.
El gobierno de Marcelo Orrego está dispuesto a confrontar.
No es opinión. Es información. Hubo dos gestos categóricos que acreditaron la decisión política del orreguismo de no dejarle pasar el desliz a la UTA. El primero fue el comunicado del Ministerio de Gobierno emitido el lunes por la noche, para anunciar la ilegalidad de la medida de fuerza. El segundo fue la agresiva declaración del subsecretario de Trabajo, Franco Marchese.
En Pelado Stream, Marchese dijo que la UTA todavía no entendió que el gobierno cambió y que ‘soplan otros vientos‘. Acusó a ‘algunos sindicatos’ de haber sido socios políticos de la gestión anterior. Al que le quepa el sayo, que se lo ponga.
La autoridad laboral sembró dudas también sobre la motivación del paro nacional y su impacto en San Juan. ‘Que se pongan de acuerdo’, los desafió Marchese, porque la UTA primero dijo que adhería a la huelga porque así venía dispuesto desde Buenos Aires, pero después dijo que era también en reclamo de mejoras salariales en San Juan.
Para Marchese, funcionario de tercera línea del Ministerio de Gobierno, cuando falta claridad sobran las sospechas. Para el subsecretario de Trabajo, el paro tuvo aroma político. Entonces actuó en consecuencia.
Marchese es militante del bloquismo disidente. Le sacaron la afiliación por haber sido candidato de Juntos por el Cambio cuando su partido estaba comprometido con el peronismo. Por lo tanto, no teme enfrentarse con todo aquello que pueda vincularse al PJ. Por ejemplo, los gremios asociados a la CGT.
La UTA encuadra perfectamente en este perfil. Es cierto que el combativo sindicato de los colectiveros tuvo encontronazos con el gobierno de Sergio Uñac también. Pero el diálogo siempre existió. Al menos, existió más que ahora.
Marchese no actuó solo. Ni de motu proprio. Está inserto verticalmente en el gobierno de Orrego. Por lo tanto, cada palabra suya estuvo alineada con el discurso oficial. Resulta evidente que hubo una decisión de avanzar sin perdonarle la jugada a la UTA.
No es la primera vez que Orrego tiene un choque con un sindicato poderoso. Hasta ahora, siempre ganó. Y lo hizo precisamente con Marchese como soldado.
El subsecretario de Trabajo frenó el paro docente cuando ya estaba convocado y declaró una conciliación obligatoria. Esa medida tendió un puente entre una paritaria y la otra, sin afectar un solo día de clase.
Algo similar hizo el año pasado con el Sindicato Médico. Pero como la discusión en conciliación obligatoria se agotó sin acuerdo, el Ministro de Salud, Amilcar Dobladez, acudió a la Justicia para frenar las medidas de fuerza en un servicio esencial.
La UTA está inserta en la CGT que el 10 de abril le hizo un paro importante al gobierno de Javier Milei. En aquella oportunidad, en Pelado Stream se planteó que la central obrera había decidido avanzar porque entendía que terminó la luna de miel del presidente y que, por fin, empezó el descontento.
Aunque Orrego no es Milei, una cosa lleva a la otra. Si el arco sindical avanza contra el presidente, el gobierno de la provincia sufrirá también las consecuencias.
La guerra es así. El peronismo, que está agazapado para regresar al poder, acompañará el malestar de los trabajadores. Es su lugar natural. Este martes quedó al descubierto que Orrego no está dispuesto a ceder.
Igualmente cabe preguntarse hasta dónde llegará la confrontación. El paro fue declarado ilegal. A la UTA le cabrá una multa de hasta 200 salarios mínimo, vital y móvil. En números redondos, hasta 60 millones de pesos. El sindicato no se irá a la bancarrota, pero desembolsar un número de ese calibre siempre será ingrato.
Marchese se mostró dispuesto a hundir el cuchillo. Porque los vientos han cambiado. Y porque esto es guerra.
PELADO STREAM
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