¿Es CFK o es Milei la divisoria de aguas?

08:01h

La lectura más simple del resultado electoral de 2023 es que ganó el cambio y que Javier Milei fue quien mejor interpretó ese cambio frente a una sociedad harta de kirchnerismo y harta de macrismo también.

Pero de aquel 2023, en octubre próximo habrán pasado dos años. Será el primer plebiscito que deba superar el gobierno libertario.

La pregunta lógica, en esa cuenta regresiva, es quién será la divisoria de aguas del voto popular: ¿Cristina Fernández de Kirchner o Javier Milei?

Si la divisoria de aguas sigue siendo Cristina, entonces la elección se liquidará entre kirchnerismo y antikirchnerismo.

Pero si la divisoria de aguas comienza a ser Javier y su modelo de motosierra, entonces el kirchnerismo o el no kirchnerismo puede pasar a un segundo plano.

Hoy por hoy resulta indescifrable.

Las adhesiones en ambos extremos parecen blindadas. El punto controversial es qué sucederá con ese 30 a 40 por ciento que fluctúa sin dueño, que puede votar más volcado a la izquierda o a la derecha sin mucho compromiso ni complejos.

La fortaleza de CFK se exhibió en las calles el pasado miércoles 18 de junio. La fortaleza de Milei está plasmada en las encuestas que le siguen reconociendo un acompañamiento que no baja del 40 por ciento y que, según la temporada, puede acercarse al 50 por ciento.

Para los peronistas y para los libertarios sanjuaninos la suerte estará encadenada a la suerte de sus referentes nacionales.

Pobre del peronista que intente hacer campaña negando a Cristina. Sería una pésima idea hacerlo justo en este momento. La vicepresidenta del PJ en San Juan, Graciela Seva, lo dijo sin medias tintas la semana pasada en Pelado Stream.

A los libertarios no habrá que recordarles su obediencia y gratitud eterna al Javo. Sin Milei no habrá La Libertad Avanza en San Juan ni en ningún otro lado. Son y serán Milei-dependientes, hasta que dure la ola violeta.

Entonces, para los peronistas y para los libertarios sanjuaninos la suerte estará encadenada a la suerte de sus referentes nacionales.

Por eso resultará de especial interés observar el posicionamiento de Marcelo Orrego, parado en la intersección de ambos.

Más allá del candidato o candidata que elija el gobernador para encabezar su lista de diputados nacionales, él tendrá que ponerse la campaña al hombro. Desde ya sus dirigentes están militando el apoyo al proyecto provincial.

Orrego es antiK. Desde ese punto de vista, comparte electorado con los libertarios. Pero hasta ahora rechazó fusionarse con La Libertad Avanza e incluso se permitió desafiar a la Casa Rosada con algunas votaciones sensibles en el Congreso.

La más reciente de todas fue cuando su diputada, Nancy Picón, acompañó la recomposición para las jubilaciones y la declaración de la emergencia en la discapacidad. Pero el año pasado también lo hizo cuando apoyó la Ley de Financiamiento Universitario.

El triángulo de hierro de Javier, Karina y Santiago Caputo anotó el gesto de rebeldía sanjuanino. Orrego es un aliado, pero es autónomo.

Entonces, si la divisoria de aguas sigue siendo kirchnerismo versus antikirchnerismo, Orrego claramente seguirá pescando votos en ese segundo grupo, disputándoselos a La Libertad Avanza.

Pero si la divisoria de aguas empieza a ser libertarios versus antilibertarios, Orrego tendrá que afinar el discurso. No está en condiciones de romper relaciones con la Casa Rosada.

Nadie en su espacio, el ex Juntos por el Cambio, lo hizo hasta el momento. Ni siquiera el propio Mauricio Macri. Los gobernadores amarillos siguen siendo el principal apoyo de Milei en el Congreso.

Y si la ruptura no sucedió todavía, es porque todos los ex Juntos por el Cambio comparten el mismo diagnóstico: la divisoria de aguas sigue siendo Cristina.

A Milei le queda todavía hilo en el carretel. Confrontarlo no es opción, aunque el costo sea que el peronismo se lleve todo el voto enojado con el ajuste.

PELADO STREAM

Daniel Tejada
hola@peladostream.com.ar
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