
29 Ago 08:45h
‘Nuestro frente va a tener dos diputados en el Congreso’, dijo Laura Palma en Pelado Stream. Hizo una pausa. Y tomó un sorbo de agua. Se hizo un silencio y fue oportuno para que retumbe el pronóstico optimista. Optimista y riesgoso, por cierto.
Para que el oficialismo orreguista pueda ganar dos de las tres bancas en juego tendrían que darse dos condiciones.
- La primera, lógicamente, es que el Frente por San Juan quede primero en el escrutinio.
- La segunda, más fina, es que el oficialismo duplique al tercero, para excluirlo del reparto.
La proyección de la ministra de Gobierno fue más que una bravuconada. De hecho, ella misma aclaró que no quiere subestimar a nadie y reconoció que alcanzar el objetivo requerirá mucho esfuerzo en esta campaña.
No fue un acto de fanfarronería sino una meta trazada.
El 1 de agosto un colega de la ministra de Gobierno -también integrante del gabinete de Marcelo Orrego- reconoció con las cámaras apagadas y los micrófonos silenciados que la consigna siempre fue el 2 a 1.
Por lo tanto, cabe inferir que lo de Palma no fue un exabrupto sino una declaración medida estratégicamente para contagiar entusiasmo. Es lo que está militando por estos días la escudería orreguista: sumar a todos, en especial a los desencantados del peronismo, con el anzuelo de la victoria previsible.
¿Es previsible de verdad? ¿Puede Fabián Martín, el candidato ungido por el gobernador, romper la polarización planteada desde Buenos Aires entre Javier Milei y Cristina Fernández de Kirchner? Puntos suspensivos hasta el 26 de octubre.
Pero barajan algunos argumentos atendibles para captar adhesiones. El primero y más importante de todos es la alta imagen positiva de Orrego. Traducir ese número en votos efectivos nunca será ciencia exacta.
Pero hay más razones y estriban en la relación de fuerzas con la oposición justicialista y con el oficialismo libertario.
Con respecto al PJ, el gobierno provincial es consciente de que el peronismo tiene un piso duro de no menos de 25 puntos. Nadie estima que vaya a caer a ese mínimo. No cuando el candidato en primer término, Cristian Andino, mide bastante por encima de ese valor.
Para el orreguismo sería suficiente que Andino se quede en el segundo lugar y que no despegue muy por encima del 30 por ciento. Confían en el peso de la herencia K para limitar el crecimiento del sanmartiniano.
Con respecto a La Libertad Avanza, el orreguismo empieza a visualizar que el deterioro de Javier Milei por el escándalo de la ANDIS sería un factor clave en este contexto electoral.
Por otra parte, los candidatos libertarios en San Juan, Abel Chiconi y Cristina Tejada, tienen nulo nivel de instalación. Dependerán total y absolutamente del arrastre que les pueda proveer Milei.
Por eso el orreguismo especula que La Libertad Avanza quedaría en tercer puesto y con un resultado que roce el 20 por ciento, pero no pase del 20 por ciento.
En tal caso, si Martín y Palma se acercaran a los 40 puntos, estarían duplicando a los libertarios. En tal caso, el orreguismo podría coronar el 2-1 con el que vienen soñando: dos para el gobierno provincial y el restante para el peronismo.
Valga la reiterada aclaración: esta conjetura no es periodística, es un cálculo interno del oficialismo. Primero se cuidaba el off. Desde esta semana, ya lo dicen a los cuatro vientos. Como lo hizo Palma en Pelado Stream.
Son muchas condicionalidades y hasta el 26 de octubre falta mucho. Sobre todo en un país donde cada semana puede deparar la sorpresa más inesperada.
Pero un veterano dirigente peronista, de vasta experiencia, lo reconoció a principio de este año en una charla reservada: en San Juan el reparto de diputaciones nacionales siempre fue 2-1. Dos bancas para el ganador y la banca restante para el segundo. Solo excepcionalmente hubo distribución en tercios, como sucedió en 2023.
Por supuesto, el peronismo aspira a quedarse con las dos bancas que pone en juego: la de Walberto Allende y la de Fabiola Aubone. Ese es el motor de una campaña que apenas está empezando.
PELADO STREAM
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