
05 Mar 16:26h
Es lícito preguntarse qué interés tendría Juan José Orrego en postularse para diputado nacional, pagando el alto costo de abandonar la Intendencia de Santa Lucía y, fundamentalmente, el desarraigo de su territorio político.
Difícilmente un jefe comunal, un ‘mini-gobernador’, optaría por perderse en el aplastante anonimato del Congreso Nacional. En ese hemiciclo los nombres propios se cuentan con los dedos de una mano. El resto aporta su voto nomás.
Entonces, vaya de nuevo la pregunta inicial: ¿qué interés tendría el menor de los Orrego en sacar pasaje para Buenos Aires, si todavía le queda mandato de intendente hasta 2027? La respuesta es de índole familiar.
Una fuente muy cercana al cacique santaluceño reconoció que hace mucho tiempo los Orrego decidieron que el proyecto era ‘Marcelo gobernador’.
Hace mucho tiempo los Orrego decidieron que el proyecto era ‘Marcelo gobernador’.
Su padre, Humberto, jamás renunció a su afiliación al Partido Justicialista. Pero subordinó su carrera política y la puso al servicio de Marcelo, que encontró su espacio bajo el ala de Roberto Basualdo y con el sello de Producción y Trabajo.
Lo mismo hizo Juan José. Desde muy pequeño Marcelo dijo que su sueño era ser gobernador de San Juan. Según la fuente, las primeras menciones de esta vocación ocurrieron durante la infancia. La familia, de raigambre peronista, se reacomodó piramidalmente.
Kanki -que lleva ese apodo precisamente porque así lo llamaba su hermano Marcelo cuando ambos eran muy pequeños- se convirtió en un soldado de la causa. A lo peronista.
A eso obedeció su bajo perfil durante los años de Marcelo como Intendente de Santa Lucía. Tras bambalinas, todos sabían que los Orrego funcionaban como un equipo, siempre de a dos. Pero las fotos y los primeros planos siempre fueron para Marcelo. Porque ese siempre fue el plan.
Lo sigue siendo hasta el día de hoy.
Por ese motivo, Juan José pasó de la negativa rotunda a un ‘tal vez’ cuando debió responder sobre su eventual candidatura a diputado nacional. El cambio fue muy evidente.
En diciembre pasado, el intendente santaluceño dijo que no sería candidato en las parlamentarias de 2025, cuando fue consultado al respecto en el programa Banda Ancha por Canal 13 San Juan. Quedó el video on line como prueba irrefutable.
Pero apenas comenzó este año, entre finales de enero y principios de febrero, la postura de Juan José se flexibilizó. Su respuesta ya no fue el rechazo sino la frase hecha: ‘donde me necesite el gobernador…’.
¿Qué pasó en el medio? Pasó el tiempo. Los Orrego entendieron que en 2024 no era oportuno hablar de candidaturas. Pero hubo algo más. Juan José es -sin lugar a discusión- la apuesta más fuerte que podría hacer el gobernador si lo que busca es plebiscitar su gestión y disputar en serio las bancas en juego.
Esa es la clave. Que un Orrego sea candidato sería ventajoso para el oficialismo provincial porque podría cosechar el respaldo popular que tiene el gobernador, que sigue sobre el 50 por ciento de aprobación de acuerdo a las mediciones de distintas consultoras. El IOPPS de Antonio de Tommaso, por ejemplo.
Pero esa receta viene con contraindicaciones también. Que un Orrego sea candidato le impone a ese Orrego el deber de arrasar en una elección que parece nuevamente dividida en tercios, como la parlamentaria de 2023. Juan José no podría permitirse quedar segundo de nadie en octubre, cuando llegue la hora de las urnas. El riesgo es alto.
Juan José no podría permitirse quedar segundo de nadie en octubre, cuando llegue la hora de las urnas. El riesgo es alto.
Por ahora, la posibilidad de que Kanki sea candidato a diputado nacional funciona también como una carta de negociación política con Nación. Que el gobernador tenga esa carta, la de su propio hermano dispuesto a dar la batalla, debería darle cierto predicamento en el diálogo con los libertarios.
Esas charlas están sucediendo directamente en Buenos Aires. Con José Peluc el afecto sigue dormido.
Consciente del lugar que le toca, Kanki está resuelto a cumplir con el imperativo familiar. Lo que no está resuelto es su futuro. Es pronto todavía.
PELADO STREAM
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