
26 Ago 13:50h
El cobre se ha consolidado como un metal estratégico y con un valor en constante crecimiento, impulsado fundamentalmente por la transición energética global y la demanda exponencial generada por la electromovilidad. Estas proyecciones a futuro son la principal explicación del creciente interés y las importantes inversiones en exploración minera en San Juan, una provincia que alberga yacimientos de cobre de categoría mundial.
Miguel Martín, periodista y consultor minero, enfatizó en Pelado Stream que el valor del cobre está garantizado por su carácter indispensable en tecnologías como los automóviles eléctricos. Cada vehículo de este tipo requiere aproximadamente 70 kilogramos de cobre para sus conexiones, una cifra significativamente mayor que los 2 o 3 kilogramos de litio necesarios para sus baterías.
Martín ilustró la magnitud de la demanda: si solo Argentina prevé producir 650.000 autos, la cantidad de cobre requerida sería astronómica, una tendencia que se replica y multiplica en mercados globales como China y Estados Unidos, y se extiende a otras actividades económicas donde el cobre es cada vez más indispensable.
La solidez del mercado del cobre se refleja en los «mercados a futuros», donde las empresas pueden proyectar la cotización del mineral a 5, 10 o incluso 15 años, lo que hace de la inversión en cobre una de las más rentables.
Un hito reciente que refuerza esta perspectiva fue la declaración del expresidente Donald Trump, quien clasificó al cobre y al litio como «minerales críticos» para Estados Unidos. Esta medida implica que la producción estadounidense de estos metales se priorizará para el consumo interno y se impondrán barreras a la financiación de proyectos de cobre y litio fuera de Estados Unidos, especialmente si involucran a socios chinos. Esta declaración añade aún más valor al precio futuro del cobre en el mercado.
A pesar de que la exploración minera es una actividad de alto riesgo –solo uno de cada cien proyectos se convierte en una mina y no cuenta con financiamiento externo inicial–, el interés y la inversión en San Juan han aumentado significativamente en los últimos tres o cuatro años, con compañías ofreciendo mayores montos por los derechos de exploración. San Juan, reconocida por poseer áreas con importantes reservas de cobre en la Cordillera, se encuentra en una posición privilegiada para el desarrollo de grandes proyectos.
Entre las adjudicaciones recientes del IPEEM, además del área Marisa I a Andes Corporación Minera (de José Luis Manzano), se destaca también el área Girasol (Área 10), ubicada en Iglesia, a Compañía Minera Aguilar Sociedad Anónima. Asimismo, McEwen Mining, operador de Los Azules, se adjudicó un área contigua a su yacimiento principal, una práctica común en el sector para asegurar operaciones logísticas o futuras exploraciones.
El desafío para la provincia es asegurar que estas grandes inversiones en cobre se traduzcan en desarrollo genuino, generación de mano de obra local y fomento de proveedores provinciales, evitando que el beneficio «se escape por la ventana». El gobierno provincial busca equilibrar la atracción de inversores con el desarrollo local
PELADO STREAM
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