El efecto mariposa, de Martín a Andino

14:02h

El efecto mariposa postula que el batir de alas de este pequeñísimo insecto en un rincón del planeta genera efectos impensados en otro lugar muy distante. Algo así es lo que puede llegar a suceder en el ecosistema sanjuanino a partir del resultado de las elecciones del próximo 26 de octubre.

El más relevante de todos posiblemente sea la partida del vicegobernador Fabián Martín. Apenas fue confirmado como candidato en primer término, este lunes dijo en rueda de prensa que su candidatura no será testimonial. Por lo tanto, cuando sea electo automáticamente renunciará a la vicegobernación y partirá al Congreso de la Nación Argentina.

Esto impactará fuertemente en la arquitectura del poder provincial. Como ya se escribió y se dijo en esta columna de opinión, Martín cumplió un rol fundamental en la edificación de consensos para superar ese déficit inicial que tuvo el orreguismo, que arrancó la gestión con apenas 12 de 36 diputados.

Martín tuvo gran influencia en el proceso de ampliar esos 12 magros diputados hasta convencer a bloquistas y peronistas de sumarse a una nueva mayoría.

La primera pregunta lógicamente es quién asumirá ese rol. No quién será el nuevo vicepresidente primero de la Cámara de Diputados y sucesor directo de Marcelo Orrego en caso de ausencia. Eso es un formalismo constitucional, necesario absolutamente. Pero a esta altura resulta mucho más inquietante quién asumirá el rol de arquitecto de la gobernabilidad.

¿Será alguno de los aliados? ¿Confiará Orrego en un socio como el presidente del PRO, Enzo Cornejo? ¿O buscará un algún paladar negro, miembro de Producción y Trabajo?

En la nómina aparecen varios nombres propios. Juan de la Cruz Córdoba, el actual presidente del bloque oficialista, emerge naturalmente. Pero dicen que sus condiciones tienen más que ver con lo jurídico que con ese fino oficio de tejer la política. ¿Será tal vez Maru Lascano, bautizada simpáticamente en Pelado Stream como ‘la espadachina del orreguismo’?

Hay otros nombres en juego. En cualquier caso, como la misma candidatura de Martín, la confianza tendrá que ver con la decisión de Orrego. Con su lapicera.

Resulta impensable que Martín no acceda a una banca. Sería catastrófico que quedara fuera de esta elección, no tanto por su figura sino porque es el elegido del oficialismo provincial. Esa premisa es la que automáticamente dispara la especulación de la sucesión en la Legislatura.

Quedarán los dos años más difíciles por delante. ¿Por qué? Porque el peronismo estará agazapado rumbo al 2027, con la expectativa de recuperar el poder que perdió después de 20 años.

Por lo tanto, el orreguismo tendrá que levantar los puños y resistir un clima de hostilidad en ascenso. No es pesimismo sino realismo.

Y hablando del peronismo, dependerá de la performance de Cristian Andino el futuro de el ex intendente de San Martín. Si bien es candidato a diputado nacional, su ambición no termina en el Congreso sino en Casa de Gobierno.

Ya quedó trunco su sueño cuando en 2023 tuvo la oportunidad de reemplazar a Sergio Uñac y terminó acompañando a Rubén Uñac, con resultado conocido.

Andino llega a esta candidatura con una factura por pagar a Uñac, que fue el artífice de esta lista contra las presiones del giogismo.

Andino entonces tendrá en sus manos la posibilidad de dar un batacazo y convertirse automáticamente en un candidato a gobernador más o menos indiscutible.

Pero también correrá el riesgo de obtener un porcentaje relativamente moderado, en cuyo caso automáticamente habrá un concierto de cuestionamientos internos.

La interna justicialista solamente se ordenará con votos. Y eso también estará impreso en el escrutinio del 26 de octubre.

Lo dicho: el efecto mariposa. Un aleteo en 2025 que, con seguridad, tendrá impacto 24 meses después.

PELADO STREAM

Daniel Tejada
hola@peladostream.com.ar
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