
09 Jul 20:47h
¿De qué hablaron José de San Martín y Francisco Narciso Laprida en la víspera del Congreso de Tucumán, a principios de 1816? ¿Qué le dijo San Martín al sanjuanino para, en resumidas cuentas, hacerlo cambiar de posición y convertirlo en una pieza clave de la declaración de la independencia de las provincias unidas del Río de la Plata?
El punto quedó planteado este 9 de julio en Pelado Stream, por parte del profesor Mauro Doña, docente e investigador de la Universidad Nacional de San Juan.
Que San Martín fue una piedra angular de la independencia no es secreto. Pero tal vez su faceta política haya sido menos conocida que su faceta militar, por el épico cruce de Los Andes y la inmediata victoria en Chacabuco.
Sin embargo, el correntino tuvo un rol mucho más profundo que empuñar las armas en combate.
El Congreso de Tucumán se comenzó a gestar en 1815. Pero fue convocado finalmente por el director supremo Ignacio Álvarez Thomas a partir del 24 de marzo de 1816.
Álvarez Thomas mandó la circular a las distintas ciudades para que elijan representantes para enviar a ese Congreso. Cuando llegó esa notificación a Cuyo, ya estaba San Martín a cargo de la región.
En aquel momento, Cuyo estaba integrada por San Juan, Mendoza y San Luis, con cabecera en Mendoza. Allí estaba radicado San Martín, pero su influencia, lógicamente, se extendía hasta estas tierras.
Cuando tuvo la circular en sus manos, empezó a presionar muy fuertemente para obtener la declaración de la independencia. Era un paso imprescindible para llevar a cabo su campaña libertadora. Caso contrario, hubiera cruzado a Chile solo como un rebelde. Gracias a lo ocurrido el 9 de julio de 1816, pudo encabezar un ejército en nombre de una nación.
San Martín empezó a presionar a los tres cabildos, el mendocino, el sanjuanino y el puntano, para que designaran a sus representantes para el Congreso de Tucumán.
La ordenanza de Álvarez Thomas decía que había que elegir un representante cada 15.000 habitantes. San Martín, entendiendo de que solamente las provincias de Cuyo iban a tener tres representantes, uno cada una, decidió que Mendoza y San Juan, que eran más habitadas, desconocieran ese límite y mandaran a dos representantes cada una.
Las primeras elecciones se llevaron a cabo en Mendoza, donde la presión de San Martín era muy directa. Ahí se terminaron eligiendo a dos diputados que abiertamente apoyaban el plan sanmartiniano: Tomás Godoy Cruz y Juan Agustín Maza.
Luego el cabildo sanjuanino eligió a Fray Justo Santa María de Oro primero y a Francisco Narciso Laprida después. Esa es la historia corta. Hay una anécdota que revela la muñeca política de San Martín en este punto.
‘Se cuenta, por testimonios de la época, que en realidad Laprida se oponía a esta primera elección’, contó el profesor Doña. Según su relato, Laprida se sentía incómodo con obedecer mansamente a las presiones externas, en referencia directa a San Martín.
Como Laprida consideraba que no representaba lo que la mayoría había decidido, salvo por esta intromisión exterior, entonces él estaba dispuesto a renunciar a ser diputado para el Congreso de Tucumán.
¿Qué sucedió? San Martín vino a San Juan. Se reunió con Laprida. El contenido de esa conversación quedará como un misterio para siempre, porque no quedó ningún registro fehaciente. Lo único cierto es que Laprida luego viajó a Tucumán y fue el presidente del Congreso que motorizó la declaración de la independencia. A pedir de boca del plan sanmartiniano.
¿Hace falta decir más?
PELADO STREAM
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