
15 May 09:05h
Javier Milei cerró la campaña de Manuel Adorni en Ciudad Autónoma de Buenos Aires con un exabrupto -uno más- contra sus aliados del PRO. Los llamó ‘los amarillos fracasados’. Evidentemente el presidente se tiene mucha fe.
Confía a ojos cerrados que nunca más tendrá que pedirle nada a Mauricio Macri en el Congreso Nacional. O confía en que Macri tragará saliva y terminará acompañando siempre, de cualquier manera. Al estilo de los radicales. Poniendo la otra mejilla después de cada zarpazo que le pegue el León.
Dicen que, como todo descendiente calabrés, Mauricio no perdona. Habrá que verlo.
Más allá del dato político pintoresco de las elecciones en CABA, lo de Milei fue una prueba más de un estilo que desafía los códigos tradicionales de la política.
Quien lo marcó con nitidez esta semana en Pelado Stream fue Martín Turcumán.
Turcumán tiene una cualidad única en San Juan. Estuvo en la génesis de Cambiemos, fue candidato a gobernador por Macri en 2015. Y luego estuvo en la génesis de La Libertad Avanza en 2023 a través del partido ADN. Los conoce a unos y los conoce a los otros también.
Turcumán dijo en Pelado Stream que Cambiemos (o sea Macri) se parece a La Libertad Avanza (o sea Milei) en el entusiasmo que generó inicialmente en una parte mayoritaria de la sociedad. Después son todas diferencias. ¿La más importante? Que Milei no le tiene miedo al costo político.
El dirigente de ADN lo resumió así: ‘si fuera por el manual de Cambiemos, a Milei no lo hubiera votado ni la madre’. Se entendió perfectamente el sentido de la frase, ¿verdad?
Turcumán dijo que padeció esos límites de Cambiemos, siempre atado, atadísimo a lo que dictaban las encuestas. Eran los tiempos de Jaime Durán Barba.
Milei no solo ganó prometiendo un ajuste feroz sino que luego gobernó con una severidad pocas veces vista. El deterioro de su imagen no se condice con la brutalidad de las medidas. Las encuestas revelan esta tendencia a la baja, pero nadie se atrevería a pronosticar su derrota en octubre. No todavía.
Por eso las elecciones de este domingo en CABA serán trascendentales, a pesar de ser solamente la votación de concejales para un municipio rico y grande. Eso es la ciudad. El valor de estos comicios radica en el enorme efecto multiplicador que tienen y tendrán hacia el resto del país. Es parte del centralismo porteño amasado históricamente en la Argentina.
Lo que pasa en Buenos Aires, derrama aquí también en San Juan. Primero fue por el imperio de los grandes medios de comunicación. Luego se extendió al aparato de redes sociales. Cambia el soporte, pero el mensaje sigue siendo el mismo. La marquesina está allá, donde atiende Dios.
Por eso Javier, Karina y compañía se pusieron a upa la campaña de Adorni. No por Adorni, ni por CABA, sino por lo que vendrá en octubre. Y en esa carrera, decidieron llevarse por delante a Macri, quien les garantizó el acompañamiento a todas las leyes que necesitó el gobierno libertario.
Como dice el refrán popular, ‘hasta aquí llegó mi amor’.
Milei acaba de jugarse el todo por el todo a que Adorni aplastará a Silvia Lospennato. Y que ese guarismo el domingo en CABA se hará extensivo a todo el país en octubre, cuando haya que renovar parcialmente el Congreso Nacional.
El gobierno nacional acaba de bajar línea hacia las provincias con esta actitud. Si José Peluc venía rechazando una alianza con Marcelo Orrego, Milei le dio el último argumento, el argumento definitivo para correr por separado.
Orrego no es Macri. Nunca lo fue. Apenas coincidieron circunstancialmente en el afán de resistir al kirchnerismo. Pero el gobernador igualmente llegó al poder embanderado con el amarillo.
Ese amarillo no existe más. Los 10 gobernadores del ex Juntos por el Cambio quedaron huérfanos de referencia nacional y se volcaron a sus territorios. En las elecciones legislativas de Jujuy, Salta, Chaco y San Luis del domingo pasado, ganaron los jefes provinciales. Pero octubre puede ser diferente.
¿Por qué? Por el efecto marquesina de Buenos Aires. Por el aparato de comunicación montado en redes que tan bien operan los libertarios. Y, fundamentalmente, porque no le tienen miedo al costo político.
PELADO STREAM
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