
18 Jul 14:45h
Si un pibe que se hace llamar ‘Peter Regalos’ fue capaz de reunir a miles de personas con la promesa de regalar teléfonos de alta gama, no regaló nada todavía, y de yapa volverá a convocar a una multitud este viernes por la tarde después de una gira mediática como toda una celebridad, es muy grande la tentación para la política desorientada, de imitar la estrategia.
Es seductora la idea de ‘tiktokear’ -con perdón del neologismo- para acercarse a ese segmento cada vez más importante, de pibes y no tanto, que se alejaron paulatinamente de los medios tradicionales, no leen, no escuchan y no miran nada que no les entregue el algoritmo. Cuanto más liviano, mejor. Cuanto más extremo, mejor.
A esa creciente comunidad fanática del ‘scrolleo’ la política tradicional le atribuye en buena medida el ascenso de Javier Milei. Por primera vez en la historia argentina, llegó al poder una figura nacida en los medios de comunicación como columnista gritón y de pocas pulgas, pero fundamentalmente con un fuerte aparato de redes que lo sostiene hasta la actualidad. Un verdadero ejército.
Las encuestas verifican que el mayor público seguidor de Javier y sus ideas libertarias son los jóvenes varones. Menos mujeres, menos adultos mayorcitos.
Para los políticos tradicionales, la lectura más apurada recomienda desembarcar en ese universo digital como sea. Sin mucha profundidad. Apelando a la emoción más que a la razón. Lo emocional rinde. A Milei le funcionó y le sigue funcionando, al menos en un grupo muy duro de seguidores.
Así las principales figuras de la oposición están buscando su lugar en el abanico de redes. Esta semana el intendente de Rawson, Carlos Munisaga, y el ex intendente de Chimbas, Fabián Gramajo, hicieron payanita con naranjas o mandarinas al lado de un pibe tiktoker que tiene miles de seguidores en redes. Cristian Andino sigue divulgando una entrevista ficcionada con una periodista generada con inteligencia artificial, de notable belleza hegemónica.
Profundidad cero. Debate político cero. La arena de las redes hoy demanda otros códigos. Nadie tiene tampoco la receta exacta. Ni siquiera Cristina Fernández de Kirchner, que cambió su discurso épico de ‘La Patria es el Otro’ por un chabacano y marketinero ‘Che Milei’. Es el signo de los tiempos.
Con sus 80 años a cuestas y jubilado a la fuerza por algunos liderazgos de su propio justicialismo, Tulio Del Bono dijo este jueves en Pelado Stream que el peronismo todavía no se dio el debate sobre su propio fracaso. Y que hasta que eso no ocurra, de nada servirá seguir entreverado con los nombres propios.
Puro sentido común, apoyado en la experiencia de quien fue testigo y protagonista de ciclos políticos e históricos desde los años ’60 en adelante. Si la oposición entiende que Milei ganó solamente por las monerías diseñadas para redes y no porque fue el catalizador de la indignación con la política tradicional, entonces Argentina sigue y seguirá en punto muerto.
Del Bono, que integró el gobierno de Néstor Kirchner como secretario de Ciencia y Tecnología entre 2003 y 2007, hizo un mea culpa. Se hizo cargo: ‘algo hicimos mal los políticos tradicionales’, reflexionó. Por eso un partido centenario como la Unión Cívica Radical se desintegró. Por eso el Partido Justicialista corre el mismo riesgo, con una dispersión fenomenal.
El 23 de mayo en Pelado Stream el consultor Maximiliano Aguiar dijo que las encuestas sirven como herramienta, pero finalmente decidirá la política. Los números son eso solamente, una medición circunstancial. Tan circunstancial como precaria.
Llegará la hora en que habrá que hablar de política. Tal vez no sea ahora en 2025, porque los tiempos están muy encima y las cartas parecen echadas. El desvelo tiene que ver más con los nombres que con cualquier otro tipo de planteo.
Pero llegará la hora en que habrá que retomar la discusión política.
PELADO STREAM
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