03 Jun 09:22h
Cristina eligió territorio amigo para confirmar la candidatura a diputada provincial que ya había trascendido. Irá por una banca en la Legislatura Bonaerense. Es poco para su jerarquía. Pero no habría que comerse el amague.
En realidad, la dos veces presidenta de la Nación cantó retruco. Y desde esa trinchera minúscula, en realidad, disparó una jugada de alcance nacional.
Lo dijo con todas las letras este lunes por la noche en la pantalla amiga de C5N, con Gustavo Sylvestre. Su postulación en septiembre en esos comicios provinciales tendrá proyección hacia octubre.
Si la victoria de Manuel Adorni en Ciudad Autónoma de Buenos Aires le sirvió a Javier Milei para festejar como si no se tratara simplemente del concejo deliberante porteño, la elección en provincia de Buenos Aires debería servirle también a CFK para hacer lo propio.
Curiosamente, Cristina aceptó estar donde Milei la puso. Su candidatura será a pedir de boca del presidente libertario, que hace tiempo decidió polarizar con Ella. En ese tablero de dos no hay lugar para un tercero. Mauricio Macri lo aprendió por las malas, el domingo 18 de mayo.
C5N no fue el único territorio amigo que eligió CFK para desplegar su estrategia. También optó por ser candidata en la quinta sección bonaerense, un conjunto de municipios donde el kirchnerismo pisa fuerte y juega de local: están desde Ensenada hasta La Matanza y Quilmes. En total suman casi 5 millones de electores.
La jugada, de manual, indica que Cristina irá a lo seguro, en el distrito donde mejor le puede ir, donde más mide y donde ni siquiera el gobernador Axel Kicillof podría hacerle sombra. Ese es el otro capítulo de este culebrón: la interna peronista bonaerense. Tema aparte.
Cristina volvió a cuestionar la decisión de Axel de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. Al anotarse ella como candidata, le nacionalizó los comicios al gobernador. ¿Alguien se imagina que el resultado de septiembre en Buenos Aires no tendrá onda expansiva hacia octubre e incluso hacia otras jurisdicciones del país? El razonamiento de la ex presidenta parece indiscutible.
Sin embargo, ni ella ni Sergio Massa lograron que Kicillof diera marcha atrás. A esta altura, es anecdótico.
Lo que está en disputa no es una banca insignificante en la legislatura bonaerense (con todo respeto), sino el diseño de la batalla mayor, la de octubre. Milei se encamina a anotarse una victoria importante, con poco.
Le bastó con apenas 30 puntos para que Adorni quedara primero en CABA. Aplastó a Macri en su propio distrito. Si algo similar le sucediera al peronismo/kirchnerismo en provincia de Buenos Aires, La Libertad Avanza se convertiría en un tren desbocado. Está por verse.
Por lo pronto, Cristina jugará su propio partido y su halo llegará a San Juan. Será inevitable. Si ella puede ser candidata con 72 años, ¿quién le dirá a José Luis Gioja que él no puede por tener 75 años de edad? Olvídense de ese argumento.
CFK acaba de ponerle un tapón a la renovación que vienen empujando varios, con Cristian Andino y Fabián Gramajo como estandartes, pero con portavoces fuertes como Carlos Munisaga y Mauricio Ibarra.
Cristina se permitió parafrasear al Eternauta: ‘lo viejo funciona’. ¿Hace falta aclarar?
La estela de la ex presidenta también obliga al peronismo de todo el país a definirse entre dos opciones internas: jugar a fondo contra Milei o jugar con moderación. Ella no conoce la palabra moderación. Igual que Milei. Si estas serán las reglas, ¿cómo podría un candidato sanjuanino hacerse el distraído?
La figura de CFK también le servirá a Marcelo Orrego, el tercero en discordia en San Juan. El gobernador, hoy sin paraguas nacional, endureció su discurso antiK. Con Cristina en el ring, aunque sea aquel ring de Provincia de Buenos Aires, será más fácil traerla a la campaña constantemente.
Con Ella en carrera, los libertarios y el orreguismo saldrán a disputar el ‘voto anti’. No importa que el nombre de la ex presidenta no esté en las boletas de San Juan. Estará en la marquesina de Buenos Aires. Y será suficiente para eclipsar a todo lo demás.
Cristina fue adonde Milei la puso. Y cantó retruco. La mano todavía no terminó.
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