13 Ago 13:37h

El merendero «Rayito de Sol», ubicado en la localidad de Niquivil, Jáchal, asiste a 120 niños y 30 adultos mayores diariamente. Según Paola Cortez, presidenta del merendero, la demanda ha crecido a tal punto que las voluntarias se ven obligadas a pedir ayuda para continuar con su labor.

Por estas horas están solicitando colaboración para festejar el Día de las Infancias el próximo domingo. Especialmente piden facturas para acompañar la merienda, juguetes y otros alimentos no perecederos.

Fundado en 2019 por Francisco Cortez, el merendero se encarga de servir meriendas de lunes a viernes. Aunque en un principio ofrecían comidas completas, la falta de recursos obligó a las 12 voluntarias a reducir el servicio a una merienda. La organización recibe leche, azúcar y galletas del Ministerio de Familia y Desarrollo Humano. Sin embargo, Cortez señaló que en ocasiones las voluntarias salen a pedir donaciones para poder ofrecer almuerzos.

Cortez relató que la situación en Niquivil es «complicada» y que asisten personas de todas las edades. Entre los 30 adultos que acuden, algunos tienen más de 90 años. Según la presidenta, la necesidad los obliga a buscar un «jarrito de leche» porque sus jubilaciones no son suficientes.

Trabajo voluntario y búsqueda de ayuda

El merendero, que funciona a «puro pulmón», no recibe apoyo del municipio local. Las voluntarias se financian con donaciones de la comunidad y con la ayuda de «madrinas», quienes organizan eventos para recaudar fondos. Recientemente, una de ellas, Gema Vidable, donó los insumos para una chocolatada de cara a la campaña del Día del Niño. Otra, Carolina López, organizó una bicicleteada para recolectar juguetes.

Para continuar su labor, la organización está pidiendo donaciones de alimentos no perecederos, golosinas, calzado y ropa para un ropero comunitario que también gestionan. Quienes deseen colaborar pueden contactarse con el merendero a través de su página de Facebook o Instagram, donde los encuentran como «Merendero Rayito de Sol».

Paola Cortez comentó que los niños de Niquivil esperan con entusiasmo el Día del Niño, y que el merendero les entrega un juguete y una bolsa de golosinas a cada uno, sin realizar sorteos. La presidenta destacó que la sonrisa de los niños es lo más gratificante de su trabajo.

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