03 Nov 14:01h
El histórico asesor letrado del sindicato UDAP, Daniel Persichella, advirtió que el proyecto de reforma laboral impulsado por el gobierno de Javier Milei presenta dos herramientas clave que, si bien parecen menores, abren la puerta a una desregulación mayor de los derechos del trabajador. Persichella, junto al también abogado laboralista Roberto Correa Esbry, fue entrevistado este lunes en el programa «Pelado Stream» para analizar el proyecto que busca impulsar el gobierno.
Peligro en la irrenunciabilidad y el ius variandi
Persichella señaló que lo grave del proyecto, contenido en el documento presentado por la diputada libertaria Romina Diez, es la afectación al principio de irrenunciabilidad de los derechos y al poder de modificar las condiciones laborales (ius variandi).
«Por esas herramientas y sale este proyecto, puede entrar un elefante perfectamente, puede dar para todo», aseguró el letrado, quien cumple 31 años en UDAP.
Explicó que la preocupación no está solo en lo normativo, sino en el contexto socioeconómico crítico de los trabajadores argentinos.
El abogado Roberto Correa Esbry coincidió con el análisis de Persichella, calificando la irrenunciabilidad y el ius variandi como los «pilares del principio protectorio del trabajador».
Esbry explicó que la reforma permite homologar convenios que afecten elementos esenciales del contrato, abriendo una puerta para que el trabajador pacte directamente a la baja con su empleador, por ejemplo, renunciando a parte de su remuneración o indemnización, siempre que no contravenga la ley o los convenios colectivos.
El contexto social como garante de la reforma
Ambos laboralistas coincidieron en que sí es necesaria una reforma laboral, pero advirtieron que la ideología «neoliberal o derecha intensa» desde la que se plantea esta propuesta la hace peligrosa.
Según Persichella, el éxito de esta reforma está garantizado por el actual contexto social, donde muchos trabajadores formales están por debajo de la línea de pobreza y los millones en la informalidad o desempleados están dispuestos a aceptar condiciones laborales inferiores para acceder al mundo del trabajo.
Correa Esbry recordó que la flexibilidad laboral ya fue implementada durante el menemismo con los «contratos basura» y no generó empleo, sino que aumentó la desocupación. En su opinión, la clave está en apostar a la economía y la producción.
Desmontando el «costo laboral» y la «industria del juicio»
Persichella desmintió la cifra del 60% u 80% de costo laboral que, según él, suelen esgrimir los empleadores. Argumentó que los patrones no dicen que gran parte de ese porcentaje se la sacan al sueldo del trabajador, actuando solo como agentes de retención. Señaló que el costo laboral que paga efectivamente el patrón es de alrededor del 30%.
Respecto a la supuesta «industria del juicio laboral», los abogados fueron enfáticos. Correa Esbry repudió el término «caranchos» usado por el presidente hacia los abogados laboralistas. Indicó que la litigiosidad no aumentó y que, de hecho, se ha reducido gracias a la mediación obligatoria.
Persichella concluyó que la verdadera industria es la del «incumplimiento de los patrones», ya que en el 95% de los casos los jueces dan la razón al trabajador porque el empleador no cumplió con las leyes.
Previsión de la salida y efectos inmediatos
Finalmente, los especialistas aventuraron que la reforma sí saldrá debido al apoyo que los gobernadores nacionales le darán al gobierno a cambio de fondos y avales para el endeudamiento internacional de las provincias.
Sin embargo, Persichella vaticinó una «catarata de amparos» e inconstitucionalidades por parte de los abogados que la ley genere.
En este sentido, consideró que la Corte Suprema no ha resuelto el capítulo laboral del DNU 70/2023 porque está esperando que la ley de reforma avance, lo que haría que el recurso por el DNU se vuelva abstracto.
PELADO STREAM
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