
22 Sep 09:15h
Ariel Giaccaglia, un amante de los viajes en moto, lleva 46 años transformando su pasión en un modo de vida. Lo que comenzó como un hobby de juventud, con viajes improvisados y una bolsa de dormir casera, se convirtió en una empresa de logística de viajes que ha recorrido más de 2,5 millones de kilómetros por todo el mundo, llevando a cientos de personas a vivir aventuras únicas.
Este domingo su historia fue protagonista en la cuarta entrega de ¡¿Quién sos?!, con la conducción de Celeste Williner por Pelado Stream.
Todo comenzó en 1979 con su primera moto, una Honda 125. Con solo 18 años y sin presupuesto, Giaccaglia emprendió un viaje a Calingasta, en su natal San Juan, con una bolsa de dormir que le cosió su madre. En ese entonces, el viaje lo hizo solo, ya que la mayoría de sus amigos no tenían moto o sus padres no los dejaban viajar. Con el tiempo, su experiencia y sus minuciosos planes de viaje, que incluía planillas con rutas y distancias, empezaron a atraer a amigos que buscaban un guía que pudiera solucionar cualquier imprevisto.
Lo que inició como viajes regionales por provincias cercanas a San Juan, como La Rioja, Catamarca y Mendoza, evolucionó a destinos más complejos como Ushuaia, Perú y Bolivia. Con el auge de las redes sociales, su mercado se expandió a toda Argentina y Sudamérica. Esto lo llevó a cruzar el Atlántico, organizando viajes por Europa y llegando a lugares no convencionales como los Alpes o los Pirineos, donde en un año llegó a realizar hasta cinco circuitos en una sola temporada.
En sus viajes internacionales, Giaccaglia y sus clientes alquilan las motos en el lugar de destino, lo que le permite mantener una logística eficiente. A diferencia de un viajero convencional, que va a las grandes capitales, Giaccaglia se enfoca en pequeños pueblos donde la experiencia es más personal y romántica. La cantidad de personas por viaje se limita a diez motos, lo que garantiza una atención más personalizada. La mayoría de sus clientes son recurrentes, lo que demuestra la conexión que logra con ellos.
Ariel Giaccaglia reconoce que su trabajo lo mantiene fuera de casa más de la mitad del año. Sin embargo, cuenta con el apoyo incondicional de su familia, especialmente de su esposa Mónica, que lo acompaña en algunos de sus viajes. Giaccaglia ve su trabajo como la culminación de su pasión, que se nutre con la felicidad de quienes lo acompañan. “Me hace muy feliz ver que son felices”, confiesa.
El aventurero tiene un proyecto de vida que busca alcanzar los puntos más extremos del mundo en moto, como la bahía de Prudhoe en Alaska o el Cabo Norte en Noruega. Giaccaglia asegura que el viaje es más que las fotos que se comparten en las redes: es una vivencia que incluye los desafíos del camino, las inclemencias del tiempo y la emoción de las lágrimas de felicidad al llegar a un destino soñado. «Las horas arriba de la moto se transforman en 5 horas, lo cual le pasa la factura a algunas personas», relata.
Su vida demuestra que desde un lugar pequeño, como San Juan, una pasión puede convertirse en un motor imparable para recorrer el mundo y contagiar a otros a cumplir sus propios sueños. Si quieres seguir sus aventuras, puedes encontrarlo en Facebook e Instagram como Ariel Giacaglia.
PELADO STREAM
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