
20 Ago 13:15h
El reciente despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, bajo la justificación de combatir el narcotráfico vinculado al gobierno venezolano de Nicolás Maduro, representa una «pantomima» y un «movimiento de tropas» que responde a una lógica imperialista de control y vigilancia ideológica en la región, según el politólogo Sergio Guzmán.
El docente e investigador de la Universidad Nacional de San Juan analizó el escenario político internacional a partir de esta nueva incursión norteamericana, este miércoles en Pelado Stream.
Esta avanzada militar, que incluye 4.000 soldados, tres o cuatro grandes barcos, lanchas de asalto, un submarino nuclear, aviones de reconocimiento P8 Poseidon, destructores y al menos un barco de guerra equipado con misiles, guarda un paralelismo preocupante con justificaciones militares pasadas, como la invasión a Irak bajo el pretexto de armas de destrucción masiva, según el especialista.
Estados Unidos afirma que su misión es la interdicción marítima, la vigilancia y el «trabajo encubierto» (espionaje) en la zona, especialmente frente a las costas de Venezuela. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que el presidente Donald Trump «está preparado para frenar el narcotráfico y llevar a los responsables ante la Justicia».
La Administración Trump considera al régimen de Maduro no como un gobierno legítimo, sino como un «cartel del narcotráfico», al que acusa de ser «un líder fugitivo». En este contexto, la Administración de Control de Drogas (DEA) ha incautado toneladas de cocaína presuntamente ligadas a Maduro y socios, y el gobierno estadounidense ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a su detención.
Sin embargo, Sergio Guzmán, docente e investigador, subrayó que la «métrica es la misma» que en situaciones anteriores, calificándola como un «copie y pegue» del modelo que justificó la invasión de Irak con la excusa de armas nucleares que nunca se encontraron. Recuerda la presentación «patética» de un sobrecito con polvo blanco por parte de Colin Powell en el pasado.
El experto consideró que las «excusas y argumentaciones» actuales son «pobres» y que Estados Unidos «pretende» ser una víctima del narcotráfico, a pesar de su implicación inherente en la problemática.
Para Guzmán, esta operación, denominada «Fortaleza Americana», es un «ataque a las instituciones estatales» por medio de «vigilancia ideológica» y una «intromisión territorial en soberanía». Argumentó que esta acción es parte de una estrategia a mediano y largo plazo vinculada a la percepción de Estados Unidos sobre la «intromisión de China» en este sector del mundo.
El analista describió la lógica detrás de esta operación como imperial, donde el Mar Caribe es visto como el «Mare Nostrum» de Estados Unidos, una acción «unilateral» y de «matón». Destacó que la presencia militar no es casual, dado que Venezuela posee más petróleo comprobado bajo tierra que Arabia Saudita, lo que convierte a sus recursos naturales en un objetivo de interés.
Las reacciones en la región no se hicieron esperar y confirman las tensiones crecientes:
• Venezuela: Nicolás Maduro ordenó la movilización de 4 millones de milicianos, sumados a un ejército de unos 300.000 efectivos. El gobierno venezolano declaró que no permitirá la intromisión ni la violación de su soberanía, enfatizando que la CELAC ha declarado la región como una «zona de paz».
• Cuba: El gobierno cubano, por medio de su Cancillería, denunció la presencia militar estadounidense como parte de una «agenda corrupta» y exigió el respeto de la región como una «zona de paz».
• México: Guzmán hizo referencia a la intromisión de Trump en los asuntos internos mexicanos al sugerir cómo México debe manejar el tráfico de Fentanilo, lo que el experto ve como una presunción de la impoluta incorruptibilidad del estado estadounidense.
• Argentina: El politólogo resaltó que el gobierno argentino actual se encuentra «a contrapelo del resto de Latinoamérica» al ofrecer «áreas soberanas para la instalación de bases militares» en la Patagonia y Tierra del Fuego, lo que considera una acción «a contrapelo de la propia Constitución» que exige consulta al Congreso para el ingreso de fuerzas militares extranjeras.
• Bolivia: Guzmán vinculó el reciente triunfo de la derecha extrema en las elecciones de Bolivia con el «triángulo de litio» (Chile, Bolivia, Argentina), donde se ubican las mayores reservas mundiales de este recurso, lo que, a su juicio, beneficia a conglomerados privados internacionales y reconfigura el mapa geopolítico de la región.
Finalmente, Guzmán concluyó que América Latina es una región «sumamente relevante» y la «zona de influencia» de Estados Unidos, pero que esta percepción la convierte en un «patio trasero» que no es. El despliegue militar, la escalada de acusaciones y la respuesta de los países de la región configuran un escenario de creciente tensión.
PELADO STREAM
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