16 Jul 20:53h

El lunes 18 de julio de 1994 a las 9.53 una Trafic blanca repleta de explosivos se estrelló contra la fachada del edificio de la Asociación de Mutuales Israelitas Argentinas (AMIA), sobre calle Pasteur al 633, en el corazón del barrio de Once. El atentado terrorista costó la vida de 84 personas y dejó más de 300 heridos. Entre las víctimas fatales estuvo el sanjuanino Jorge Antúnez.

Tenía solo 18 años. Por eso en la memoria quedó perpetuado como Jorgito. Un pibe oriundo del departamento San Martín, que partió rumbo a Buenos Aires con el sueño de prosperar. Trabajaba en un café cercano a la AMIA y justo en el momento de la voladura había ido a llevar un pedido al mostrador de recepción.

Su hermana, Viviana Antúnez, estaba a unos dos kilómetros de la AMIA aquel fatídico día. Ahí, en Palermo, escuchó el estremecimiento. Casi de inmediato se conoció la noticia. Había sido un atentado. ¿Y Jorgito?

La pregunta quedó flotando en el aire. Nadie podía saber con precisión qué le había pasado, dónde estaba al momento de la tragedia. Pasaron los días. Su cuerpo fue rescatado una semana después, el lunes siguiente.

Este miércoles, en la víspera del aniversario 31 del atentado, Viviana pasó por Pelado Stream y recordó cómo fue aquel día inolvidable. Dijo que cada vez que se aproxima julio vuelve a sentir lo mismo, porque la memoria quedó herida. En carne viva.

Su tío, Gustavo Antúnez, también estaba en Buenos Aires. Fue uno de los primeros en llegar a la zona del desastre. En Pelado Stream recordó las escenas más dramáticas. Todo era confusión. Escombros, cuerpos despedazados, lamentos. Las fuerzas de seguridad y rescate no habían cercado la zona todavía.

Luego vino lo peor: la espera, las llamadas que recibían alertando acerca de que lo habían visto a Jorgito por ahí, desorientado, amnésico. Era todo mentira. También recibieron amenazas antisemitas.

En Pelado Stream, Gustavo revivió cada recuerdo con visible dolor. Fundamentalmente, con un profundo descreimiento en la Justicia. Como otros familiares de víctimas, integró la agrupación Memoria Activa. A lo largo de tres décadas se vieron defraudados una y otra vez.

Hoy se abre una nueva ventana: la del juicio en ausencia. Sin embargo, tanto Viviana como su tío Gustavo no abrigan ninguna expectativa. Ya es demasiado tarde.

PELADO STREAM